NO ERA NADA FACIL
Entre luces de farolas tiritando
vi las calles que de niño yo pisaba
estos recuerdos que dentro van quedando
son la noche que siempre me alegraba.
No era fácil caminar entre tinieblas
con sus ratos de dolores enquistados,
es posible que vengan ciertas nieblas
por la sendas que ayer fueron sembrados.
Maldiciendo la cruz de algún destino,
entre vientos que llegan desgarrados,
nadie quiere brindar con malos vinos
en momentos que llaman marginados.
No me grites pidiéndome dulzura,
ni me digas que estoy abandonado,
es la vida que siempre da locura
cuando llevas los pasos mal contados.
Arrastrando mis pisadas que están locas,
voy buscando la luz de la mañana,
no quisiera chocar con esas rocas
que parecen tener su vida ufana.
No era fácil borrar los compromisos
de momentos que suenan las campanas,
nadie quiere eludir esos avisos
que pregonan las horas más insanas.
Nunca busques amigos en la niebla
ni preguntes soñando cosas claras,
si la noche te deja mucha enmienda
es posible que tengas horas raras.
No era fácil llorar por las esquinas
esperando que el viento no azotara,
ni soñar con palabras tan divinas
que la muerte de cerca nos brillara.
G X Cantalapiedra.
Entre luces de farolas tiritando
vi las calles que de niño yo pisaba
estos recuerdos que dentro van quedando
son la noche que siempre me alegraba.
No era fácil caminar entre tinieblas
con sus ratos de dolores enquistados,
es posible que vengan ciertas nieblas
por la sendas que ayer fueron sembrados.
Maldiciendo la cruz de algún destino,
entre vientos que llegan desgarrados,
nadie quiere brindar con malos vinos
en momentos que llaman marginados.
No me grites pidiéndome dulzura,
ni me digas que estoy abandonado,
es la vida que siempre da locura
cuando llevas los pasos mal contados.
Arrastrando mis pisadas que están locas,
voy buscando la luz de la mañana,
no quisiera chocar con esas rocas
que parecen tener su vida ufana.
No era fácil borrar los compromisos
de momentos que suenan las campanas,
nadie quiere eludir esos avisos
que pregonan las horas más insanas.
Nunca busques amigos en la niebla
ni preguntes soñando cosas claras,
si la noche te deja mucha enmienda
es posible que tengas horas raras.
No era fácil llorar por las esquinas
esperando que el viento no azotara,
ni soñar con palabras tan divinas
que la muerte de cerca nos brillara.
G X Cantalapiedra.