VOLVIO AQUEL HOMBRE A RECORDAR
Era el mes de agosto de1975, y aquel hombre venido de un lugar donde se fue de inmigrante, llegó a La Seca, la Villa donde él se marchó esperando algún día regresar, Y estaba queriendo volver a ver todo como el hacia 25, años lo había dejado, se encontró con calles desaparecidas, el Hospital abandonado, las ermitas entonces en estado ruinoso, ciertos bares cerrados, y una villa en estado de ruina, aunque hubieran tratado de hacer un barrio nuevo, Este hombre quiso buscar a sus viejos amigos, que unos se marcharon en la emigración forzosa, y otros se alejaron de este mundo sin más, Fue grande su decepción, al no ver aquella tierra como él le hubiera gustado encontrarla, eran 25, años sin aparecer por La Seca, y su correspondencia con algunos familiares ni existía, se veía un intruso en su propio territorio, no teniendo ni donde dormir en aquel lugar, solo un antiguo vecino le dio cobijo dos noches, lo suficiente para olvidarse de todo aquel entorno donde pasó su juventud y su infancia. Sus padres emigraron cuando él a la tierra vasca, donde fallecieron, y sus primos habían tomado el camino de salir de allí buscando su nueva vida. en los bares donde pisaba casi nadie le reconocía, era un perfecto forastero, que solo el recordar le daba la impresión de estar en una senda sin raíces, No quería recordar los ratos de tristezas y de pasar calamidades de niño, no pudo ver la escuela donde pasara su niñez, al quemarse el Ayuntamiento, la cambiaron de lugar, todo era distinto, las calles no conocían las mulas y sus carros, eran casi todo tractores, no existían burros apenas, y la Villa seguía con su Torre caída, Aquel hombre se juró no volver a pisar aquella tierra que fue la suya nunca más. Al marcharse en el coche de línea, sentía como un alivio el poder dejar atrás aquel territorio con el que él había soñado muchas veces. El ultimo día de estar en aquel valle, subió a San Roque, y su mente pensaba, que buen terreno si hubiera habido mejor gente. Este hombre cuando llegó a Valladolid se dio cuenta que ciudad más bonita y cuanto había progresado, más su memoria se llevaba impregnada lo que fue aquel valle, y lo que él pudo recordar 25, años después. G X Cantalapiedra.
Era el mes de agosto de1975, y aquel hombre venido de un lugar donde se fue de inmigrante, llegó a La Seca, la Villa donde él se marchó esperando algún día regresar, Y estaba queriendo volver a ver todo como el hacia 25, años lo había dejado, se encontró con calles desaparecidas, el Hospital abandonado, las ermitas entonces en estado ruinoso, ciertos bares cerrados, y una villa en estado de ruina, aunque hubieran tratado de hacer un barrio nuevo, Este hombre quiso buscar a sus viejos amigos, que unos se marcharon en la emigración forzosa, y otros se alejaron de este mundo sin más, Fue grande su decepción, al no ver aquella tierra como él le hubiera gustado encontrarla, eran 25, años sin aparecer por La Seca, y su correspondencia con algunos familiares ni existía, se veía un intruso en su propio territorio, no teniendo ni donde dormir en aquel lugar, solo un antiguo vecino le dio cobijo dos noches, lo suficiente para olvidarse de todo aquel entorno donde pasó su juventud y su infancia. Sus padres emigraron cuando él a la tierra vasca, donde fallecieron, y sus primos habían tomado el camino de salir de allí buscando su nueva vida. en los bares donde pisaba casi nadie le reconocía, era un perfecto forastero, que solo el recordar le daba la impresión de estar en una senda sin raíces, No quería recordar los ratos de tristezas y de pasar calamidades de niño, no pudo ver la escuela donde pasara su niñez, al quemarse el Ayuntamiento, la cambiaron de lugar, todo era distinto, las calles no conocían las mulas y sus carros, eran casi todo tractores, no existían burros apenas, y la Villa seguía con su Torre caída, Aquel hombre se juró no volver a pisar aquella tierra que fue la suya nunca más. Al marcharse en el coche de línea, sentía como un alivio el poder dejar atrás aquel territorio con el que él había soñado muchas veces. El ultimo día de estar en aquel valle, subió a San Roque, y su mente pensaba, que buen terreno si hubiera habido mejor gente. Este hombre cuando llegó a Valladolid se dio cuenta que ciudad más bonita y cuanto había progresado, más su memoria se llevaba impregnada lo que fue aquel valle, y lo que él pudo recordar 25, años después. G X Cantalapiedra.