ROELES DEL CAMPO. TIERRA DE CAMPOS
Esta mañana salimos de Galicia entre las rías, de Betanzos y La Ría de Ume, a las nueve menos diez, la lluvia estaba cayendo desde las ocho y veinte, y era un calabobos sin demora, con el cielo entoldado pudimos circular, donde esa lluvia no te deja ver claro el paisaje, más al llegar por La Autovía de La Coruña frente a Lugo, la claridad empezó a dejar de llover con esa fuerza, que te puede hacer duro el circular. Pasamos por Piedrafita del Cebreiro con esa obra donde hoy trabajaban, y pudimos parar en el kilometro 393, en la gasolinera de La Pausa, donde decididos visitar a un amigo de la infancia, que tiene su casa de verano en Roales del Campo, un lugar tranquilo de la meseta vallisoletana de Tierra de Campos. Donde El Triki quería ser hortelano, al estar en dicha casa y ver sus tomates pimientos y demás cosas del huerto de mis amigos, Valentín y Encarnita, que nos recibieron con los brazos abiertos, y pudimos recordar un poco de nuestra infancia, entre los vasos de sidra asturiana y comida castellana, fue una visita inesperada, pero llena de buenos deseos y felicidad, cuando decidimos irnos camino de Madrid, llego su hijo pequeño y su nieta, personas tan amables como son sus padres mis amigos, a los que nunca les tuve en el olvido, Hoy pude ver como lo buenos amigos, aunque pasen muchos años están ahí sin olvidarte, Este pueblo de Roales del Campo, es un lugar donde el silencio se nota, y su carretera derecha y solitaria, te hace pensar en las gentes que nacieron ahí, que tuvieron que emigrar camino del progreso, El Triki ladraba pidiendo libertad de campo, para demostrar sus cualidades de cazador podenco, Gracias a los jovenes de ese pueblo que me indicaron donde viven mis amigos,
Este amigo mío de la infancia y de mayor, como otros amigos míos se tuvieron que marchar de la Castilla Sedienta, buscándose otra vida mas digna en el Norte de España. Un abrazo a mis amigos. G X Cantalapiedra. 24 – 8 – 2024.
Esta mañana salimos de Galicia entre las rías, de Betanzos y La Ría de Ume, a las nueve menos diez, la lluvia estaba cayendo desde las ocho y veinte, y era un calabobos sin demora, con el cielo entoldado pudimos circular, donde esa lluvia no te deja ver claro el paisaje, más al llegar por La Autovía de La Coruña frente a Lugo, la claridad empezó a dejar de llover con esa fuerza, que te puede hacer duro el circular. Pasamos por Piedrafita del Cebreiro con esa obra donde hoy trabajaban, y pudimos parar en el kilometro 393, en la gasolinera de La Pausa, donde decididos visitar a un amigo de la infancia, que tiene su casa de verano en Roales del Campo, un lugar tranquilo de la meseta vallisoletana de Tierra de Campos. Donde El Triki quería ser hortelano, al estar en dicha casa y ver sus tomates pimientos y demás cosas del huerto de mis amigos, Valentín y Encarnita, que nos recibieron con los brazos abiertos, y pudimos recordar un poco de nuestra infancia, entre los vasos de sidra asturiana y comida castellana, fue una visita inesperada, pero llena de buenos deseos y felicidad, cuando decidimos irnos camino de Madrid, llego su hijo pequeño y su nieta, personas tan amables como son sus padres mis amigos, a los que nunca les tuve en el olvido, Hoy pude ver como lo buenos amigos, aunque pasen muchos años están ahí sin olvidarte, Este pueblo de Roales del Campo, es un lugar donde el silencio se nota, y su carretera derecha y solitaria, te hace pensar en las gentes que nacieron ahí, que tuvieron que emigrar camino del progreso, El Triki ladraba pidiendo libertad de campo, para demostrar sus cualidades de cazador podenco, Gracias a los jovenes de ese pueblo que me indicaron donde viven mis amigos,
Este amigo mío de la infancia y de mayor, como otros amigos míos se tuvieron que marchar de la Castilla Sedienta, buscándose otra vida mas digna en el Norte de España. Un abrazo a mis amigos. G X Cantalapiedra. 24 – 8 – 2024.