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YO FUI A POR BARRO PARDO,
Eran tiempos donde el barro pardo se usaba para fregar cacharros de cocina con aquellos estropajos de esparto, y algunas veces para pintar los rodapiés de fachadas. Hubo personas que se dedicaron a ir a buscar ese barro arcilloso en los aledaños de la Carretera a Pozaldez. En unas laderas donde con una pequeña azada, podías llenarte los cubos, entonces de una especia de cubos de chapa galvanizada. Fui pocas veces, pero los jueves por la tarde que no había colegio, fui acompañando a mi madre o hermanas mayores. Recuerdo que detrás de esa arcilla, de tierra parda, se podía ver trozos de cal muerta, que hubo personas que lo usaban para blanquear fachadas, aunque no servían para desinfectar cuadras o gallineros, que se usaba cal viva, de la que cuando echaba en agua hervía a tope, Esas laderas que daban vista a la villa lasecana, eran visitadas por muchas personas que querían tener limpieza en sus platos y bandejas de cocina, se ve que en aquellos años el detergente era desconocido o muy caro para las gentes de los pueblos agrícolas, Hoy parece que todo ese camino a por el barro pardo desapareció, Tan solo queda el recuerdo de los que entonces éramos niños, si es que nos queda la memoria activa, Se ve que con el paso de los años, las viejas costumbres fueron desapareciendo, y entraron en los domicilios otros productos distintos a lo que la Madre Tierra nos dio en la infancia, Ayer hablamos de este tema entre amigos, y parece ser que se usaba en la Provincia de Palencia, Soria, Segovia, incluso en pueblos de Madrid, La Madre Tierra estuvo al servicio de los humanos para que su higiene no fuera un peligro para nadie que viviera en aquellos lugares. La cal viva desinfectaba gallineros, cuadras, cochineras y cualquier lugar donde durmieran animales domésticos. Hubo fachadas de las casas que eran jalbegadas con cal viva, Estos recuerdos hoy solo nos dejan recordar el pasado, pero evitaron muchos contagios de males mayores. G X Cantalapiedra.
Eran tiempos donde el barro pardo se usaba para fregar cacharros de cocina con aquellos estropajos de esparto, y algunas veces para pintar los rodapiés de fachadas. Hubo personas que se dedicaron a ir a buscar ese barro arcilloso en los aledaños de la Carretera a Pozaldez. En unas laderas donde con una pequeña azada, podías llenarte los cubos, entonces de una especia de cubos de chapa galvanizada. Fui pocas veces, pero los jueves por la tarde que no había colegio, fui acompañando a mi madre o hermanas mayores. Recuerdo que detrás de esa arcilla, de tierra parda, se podía ver trozos de cal muerta, que hubo personas que lo usaban para blanquear fachadas, aunque no servían para desinfectar cuadras o gallineros, que se usaba cal viva, de la que cuando echaba en agua hervía a tope, Esas laderas que daban vista a la villa lasecana, eran visitadas por muchas personas que querían tener limpieza en sus platos y bandejas de cocina, se ve que en aquellos años el detergente era desconocido o muy caro para las gentes de los pueblos agrícolas, Hoy parece que todo ese camino a por el barro pardo desapareció, Tan solo queda el recuerdo de los que entonces éramos niños, si es que nos queda la memoria activa, Se ve que con el paso de los años, las viejas costumbres fueron desapareciendo, y entraron en los domicilios otros productos distintos a lo que la Madre Tierra nos dio en la infancia, Ayer hablamos de este tema entre amigos, y parece ser que se usaba en la Provincia de Palencia, Soria, Segovia, incluso en pueblos de Madrid, La Madre Tierra estuvo al servicio de los humanos para que su higiene no fuera un peligro para nadie que viviera en aquellos lugares. La cal viva desinfectaba gallineros, cuadras, cochineras y cualquier lugar donde durmieran animales domésticos. Hubo fachadas de las casas que eran jalbegadas con cal viva, Estos recuerdos hoy solo nos dejan recordar el pasado, pero evitaron muchos contagios de males mayores. G X Cantalapiedra.