ME DICEN QUE ME CALLE
No quiero con mi edad callarme ante las injusticias, me han dicho hoy mismo que no tengo derecho a reclamar nada, que vivo demasiado bien para mi economía, que deje que griten otros, que mi vida ya está encarrilada. No puedo sentir ni vivir cosas raras a mi alrededor, total para el tiempo de vida que me puede ir quedando, dicen que es mejor que este tranquilo vegetando. No fue ese mi signo nunca, y ahora que tengo esta edad donde veo escaladores, triperos, busca bocadillos, me revelo contra mí mismo, ya que hay borregos por muchos sitios donde todo les da lo mismo, se sienten sin opinión ni reclaman sus derechos, aunque vean que los dejan en las cunetas tirados, La dignidad de una persona no se mira por sus dineros ni por los cargos que pueda ocupar, La dignidad se ve y se lleva con ese toque de humanidad, que te ves respetado y tu no dejas de respetar a quien así lo haga. Si no quieres dignidad ni humanidad en tu camino, mal vamos, o sea mal iras, Desde que el año pasado estuve ingresado en el Hospital Ramón y Cajal, por culpa de la vacuna del Herpes, viendo venir la muerte de cerca, he pensado que cualquier tropiezo te quita del medio, pero si tienes dignidad serás recordado, si no serás un numero más en la lista de fallecidos, sin poder volver a reiniciar nada. Cuando has pisado muchos caminos y conocido muchas razones, ves de cerca que los destinos a veces los trazamos los seres humanos, unas veces para bien y otras para llevar encima tus problemas, que pudieran ser lo de otras personas de tu entorno, La razón solo tiene su camino, los aduladores son otra cosa, No quiero seguir callado ante la falta de razonamiento, o las ordenes de nefastos políticos busca sillones, que solo están pendientes de su subida al poder como sea, dejando a su pueblo como nos dijo Atahualpa Yupanqui, “Pudiera ser que pudiera ser demagogo de oficio, y reclamar por el pueblo en su propio beneficio”. G X Cantalapiedra. 19 – 9 – 2024.
No quiero con mi edad callarme ante las injusticias, me han dicho hoy mismo que no tengo derecho a reclamar nada, que vivo demasiado bien para mi economía, que deje que griten otros, que mi vida ya está encarrilada. No puedo sentir ni vivir cosas raras a mi alrededor, total para el tiempo de vida que me puede ir quedando, dicen que es mejor que este tranquilo vegetando. No fue ese mi signo nunca, y ahora que tengo esta edad donde veo escaladores, triperos, busca bocadillos, me revelo contra mí mismo, ya que hay borregos por muchos sitios donde todo les da lo mismo, se sienten sin opinión ni reclaman sus derechos, aunque vean que los dejan en las cunetas tirados, La dignidad de una persona no se mira por sus dineros ni por los cargos que pueda ocupar, La dignidad se ve y se lleva con ese toque de humanidad, que te ves respetado y tu no dejas de respetar a quien así lo haga. Si no quieres dignidad ni humanidad en tu camino, mal vamos, o sea mal iras, Desde que el año pasado estuve ingresado en el Hospital Ramón y Cajal, por culpa de la vacuna del Herpes, viendo venir la muerte de cerca, he pensado que cualquier tropiezo te quita del medio, pero si tienes dignidad serás recordado, si no serás un numero más en la lista de fallecidos, sin poder volver a reiniciar nada. Cuando has pisado muchos caminos y conocido muchas razones, ves de cerca que los destinos a veces los trazamos los seres humanos, unas veces para bien y otras para llevar encima tus problemas, que pudieran ser lo de otras personas de tu entorno, La razón solo tiene su camino, los aduladores son otra cosa, No quiero seguir callado ante la falta de razonamiento, o las ordenes de nefastos políticos busca sillones, que solo están pendientes de su subida al poder como sea, dejando a su pueblo como nos dijo Atahualpa Yupanqui, “Pudiera ser que pudiera ser demagogo de oficio, y reclamar por el pueblo en su propio beneficio”. G X Cantalapiedra. 19 – 9 – 2024.