MELANCOLÍA LASECANA DE SEPTIEMBRE
Estas fechas del mes de septiembre, cuando se recolectaban las patatas y la vendimia estaba esperando su maduración, Cuando se preparaban cestos y cuevanos para usarlos en vendimia, y la gentes preparaban sus cuadrillas de vendimiadores, era en Septiembre, ya que hubo años que hasta el Pilar día 12, de octubre no empezaba dicha vendimia, y conocí años, que hasta después de Los Santos no se acababa de vendimiar, Eran fechas de nostalgia y melancolía, con sus lluvias aparentes para labrar rastrojos, y de sembrar tierras que llamaban frías, para que nacieran los cereales, El tiempo parece que ha cambiado las formas de entonces, la vendimia es mucho antes, y las uvas verdejas que tenían más de 15, grados, hoy se recolectan con tan solo 13. Grados, para que ese vino no sea tan fuerte y no haga daño a quien mucho bebe, Este año hace 60, años que inmigre de La Seca a Madrid, fue después de la vendimia, el día 25, de octubre, era domingo, y el otoño marcaba la madrugada, no sentía pena por la marcha, ya que varios amigos míos estaban en la inmigración forzosa, Aquella tarde atravesé Madrid del lado a lado, ya que por el mapa que tuve en mis manos antes de venirme a esta gran capital, dominaba todo su entorno, Madrid no me parecía nada extraño, solo cuando con mis amigos íbamos a bailar, una canción de entonces me daba melancolía, se titulaba CIUDAD SOLITARIA, y la cantaba una mujer llamada Mina. Hoy la melancolía afluye a mi mente, ya no están aquellos amigos a los que me acompañaban entonces, algunos dejaron de existir, y otros viven en su mundo, aunque de vez en cuando se de ellos, Es bonito saber que existen amigos en lugares apartados de España. Y otros que la familia les tiene absorbido su tiempo, Así y todo, soy un afortunado, al saber que existen, y que están ahí cuando los llamo, aunque sea solo por Navidades, Otros descansan para siempre en Madrid, Calpe, Coslada, La Seca, aunque nunca les tuve en olvido. Quizá estos si me dan melancolía y nostalgia, al saber que los años no perdonan a nadie, y que con el tiempo nos iremos marchando sin apenas darnos cuenta. G X Cantalapiedra. 22 - 9 – 2024.
Estas fechas del mes de septiembre, cuando se recolectaban las patatas y la vendimia estaba esperando su maduración, Cuando se preparaban cestos y cuevanos para usarlos en vendimia, y la gentes preparaban sus cuadrillas de vendimiadores, era en Septiembre, ya que hubo años que hasta el Pilar día 12, de octubre no empezaba dicha vendimia, y conocí años, que hasta después de Los Santos no se acababa de vendimiar, Eran fechas de nostalgia y melancolía, con sus lluvias aparentes para labrar rastrojos, y de sembrar tierras que llamaban frías, para que nacieran los cereales, El tiempo parece que ha cambiado las formas de entonces, la vendimia es mucho antes, y las uvas verdejas que tenían más de 15, grados, hoy se recolectan con tan solo 13. Grados, para que ese vino no sea tan fuerte y no haga daño a quien mucho bebe, Este año hace 60, años que inmigre de La Seca a Madrid, fue después de la vendimia, el día 25, de octubre, era domingo, y el otoño marcaba la madrugada, no sentía pena por la marcha, ya que varios amigos míos estaban en la inmigración forzosa, Aquella tarde atravesé Madrid del lado a lado, ya que por el mapa que tuve en mis manos antes de venirme a esta gran capital, dominaba todo su entorno, Madrid no me parecía nada extraño, solo cuando con mis amigos íbamos a bailar, una canción de entonces me daba melancolía, se titulaba CIUDAD SOLITARIA, y la cantaba una mujer llamada Mina. Hoy la melancolía afluye a mi mente, ya no están aquellos amigos a los que me acompañaban entonces, algunos dejaron de existir, y otros viven en su mundo, aunque de vez en cuando se de ellos, Es bonito saber que existen amigos en lugares apartados de España. Y otros que la familia les tiene absorbido su tiempo, Así y todo, soy un afortunado, al saber que existen, y que están ahí cuando los llamo, aunque sea solo por Navidades, Otros descansan para siempre en Madrid, Calpe, Coslada, La Seca, aunque nunca les tuve en olvido. Quizá estos si me dan melancolía y nostalgia, al saber que los años no perdonan a nadie, y que con el tiempo nos iremos marchando sin apenas darnos cuenta. G X Cantalapiedra. 22 - 9 – 2024.