LAS PLANAS Y MARTIN SANCHO
Nombres que siguen unidos
a términos lasecanos,
recuerdos que están fundidos
en aquellos campos llanos.
El Duero sigue esperando
esas brisas mañaneras,
donde el viento va cantando
las preciosas primaveras.
Viñedos llenos de vida
entre pinares gozosos,
siendo tierra prometida
en otros tiempos dichosos.
La Villa de San Martín
tiene sombras penitentes,
que dejaron un mal fin
con la peste mata gentes.
Siglos de viñas verdejas
que mantuvieron su fama,
aguantando ciertas quejas
y supieron tener calma.
Martín Sancho con Las Planas
siempre mirando a ese Duero,
que por tierras castellanas
nos hablan del ROMANCERO.
Las nieblas vienen corriendo
en las mañanas más frías,
nunca te dejan sonriendo
sí comentan agonías.
La soledad de Las Planas
es silenciosa y rotunda,
y en sus más frías mañanas
hasta los vientos fecunda.
G X Cantalapiedra.
Nombres que siguen unidos
a términos lasecanos,
recuerdos que están fundidos
en aquellos campos llanos.
El Duero sigue esperando
esas brisas mañaneras,
donde el viento va cantando
las preciosas primaveras.
Viñedos llenos de vida
entre pinares gozosos,
siendo tierra prometida
en otros tiempos dichosos.
La Villa de San Martín
tiene sombras penitentes,
que dejaron un mal fin
con la peste mata gentes.
Siglos de viñas verdejas
que mantuvieron su fama,
aguantando ciertas quejas
y supieron tener calma.
Martín Sancho con Las Planas
siempre mirando a ese Duero,
que por tierras castellanas
nos hablan del ROMANCERO.
Las nieblas vienen corriendo
en las mañanas más frías,
nunca te dejan sonriendo
sí comentan agonías.
La soledad de Las Planas
es silenciosa y rotunda,
y en sus más frías mañanas
hasta los vientos fecunda.
G X Cantalapiedra.