LICENCIADO DE LA GUERRA INCIVIL ESPAÑOLA
Aquel joven hombre que sin ideas políticas tuvo que pasar tres años de guerra incivil, donde los muertos eran diariamente su manera de ver aquella guerra, que solo dejó destrucción y odios que nunca se olvidaran, aunque muchas personas pensaron pasar la página dramática de una España en llamas, Era la fecha del quince de agosto, de 1939, y en la Villa de Rueda se celebraba su fiesta tradicional, que eran los llamados novillos, el hombre como casi todos los del contorno, querían pasar un rato de diversión en aquel ambiente de capeas taurinas, para dejar atrás los malos ratos pasados en el frente de batalla. Antes de salir de su Villa para ir a Rueda, un familiar le indico”. Ten cuidado con estos toros que son grandes y tienen ganas de dejar a alguien en la cuneta”, el hombre joven se echó a reír, diciendo estuve tres años entre las balas y no me dejaron huella: Más se equivocaba, uno de los toros que acababa de correr el encierro, logró romper la jaula de debajo del tablado, que era entonces lo que se usaba para las talanqueras, este hombre no sé si estaba despistado o que le pasaría, más resulto cogido gravísimo, y de dichas heridas falleció en Rueda, sin poder curar las graves heridas aquel medico rural, que quizá fue la primera vez que se encontró con tan grave herido. Casi siempre en estas fiestas había alguna persona que quedaba mal parada, este hombre que había esquivado balas y explosivos, murió sin apenas darse cuenta, y con su novia llorando, al ver que la desgracia está en cualquier lugar, ya que fue corneado debajo de dicho tablado. Nadie sabe nunca su fecha de caducidad, más en estas fiestas de los pueblos de España, existen mucho casos parecidos, que dejan dolor y luto en las familias a las que les toca sufrir dicha calamidad, Este caso me fue relatado cuando era un niño, pero se me quedó en la memoria para siempre. Y aun se siguen conociendo victimas a diario de encierros y capeas en diferentes lugares, de nuestra querida España. G X Cantalapiedra.
Aquel joven hombre que sin ideas políticas tuvo que pasar tres años de guerra incivil, donde los muertos eran diariamente su manera de ver aquella guerra, que solo dejó destrucción y odios que nunca se olvidaran, aunque muchas personas pensaron pasar la página dramática de una España en llamas, Era la fecha del quince de agosto, de 1939, y en la Villa de Rueda se celebraba su fiesta tradicional, que eran los llamados novillos, el hombre como casi todos los del contorno, querían pasar un rato de diversión en aquel ambiente de capeas taurinas, para dejar atrás los malos ratos pasados en el frente de batalla. Antes de salir de su Villa para ir a Rueda, un familiar le indico”. Ten cuidado con estos toros que son grandes y tienen ganas de dejar a alguien en la cuneta”, el hombre joven se echó a reír, diciendo estuve tres años entre las balas y no me dejaron huella: Más se equivocaba, uno de los toros que acababa de correr el encierro, logró romper la jaula de debajo del tablado, que era entonces lo que se usaba para las talanqueras, este hombre no sé si estaba despistado o que le pasaría, más resulto cogido gravísimo, y de dichas heridas falleció en Rueda, sin poder curar las graves heridas aquel medico rural, que quizá fue la primera vez que se encontró con tan grave herido. Casi siempre en estas fiestas había alguna persona que quedaba mal parada, este hombre que había esquivado balas y explosivos, murió sin apenas darse cuenta, y con su novia llorando, al ver que la desgracia está en cualquier lugar, ya que fue corneado debajo de dicho tablado. Nadie sabe nunca su fecha de caducidad, más en estas fiestas de los pueblos de España, existen mucho casos parecidos, que dejan dolor y luto en las familias a las que les toca sufrir dicha calamidad, Este caso me fue relatado cuando era un niño, pero se me quedó en la memoria para siempre. Y aun se siguen conociendo victimas a diario de encierros y capeas en diferentes lugares, de nuestra querida España. G X Cantalapiedra.