LA SECA: OLVIDANDOSE DEL PRONOSTICO...

OLVIDANDOSE DEL PRONOSTICO
Aquel hombre con sus más de setenta y ocho años salía de la consulta del médico de cabecera, las pruebas que le habían hecho eran malas noticias, más el hombre no lo tomo por el mal camino, solamente se fue acercando a su vivienda, donde le esperaba su esposa, ya en el camino se tomó dos cafés para sobrellevar su pronostico, Cuando entro en casa su esposa le comentó, que te han dicho en la consulta del médico, el hombre relajado la soltó, que tengo algo muy grabe, pero que este tranquilo, muchas personas se morirán antes que yo, la esposa se quedo perpleja, sabia que su marido era un bromista hasta con la muerte, cosa que se fue haciendo realidad, este hombre comía y bebía sin parar, su pronostico no le afectaba, y su marcha era como si le faltara tiempo para poder divertirse, el hombre un buen día comentó a su propio médico, tenga presente que usted está en la lista de espera de los cien años próximos, aquí no se queda nadie, todos tenemos fecha de caducidad, y solamente la Madre Naturaleza conoce su voluntad, yo tengo pensado vivir a mi aire hasta que las fuerzas no se nieguen en seguir mi camino, luego un buen día me marcharé sin hacer cuenta de mis problemas de salud, no quiero comerme el cerebro pensando cosas imposibles, todos tenemos un final y yo quiero que el mío sea feliz, que no me muera amargado, que brinde por lo que nunca he brindado, que siga disfrutando de la vida todo lo que pueda, luego más tarde no tendré tiempo para rectificar, estas palabras al médico le cogieron desprevenido, y empezó a pensar en lo que el enfermo le pronostico, nadie se queda aquí para la eternidad, estamos todos de paso, y tarde o temprano nos llegará la hora, sin poderlo remediar, así que no vale hacerse el enfermo, seguir adelante hasta que el cuerpo aguante, Hay médicos que su consulta es un confesionario, y un sufrir en este calvario que pudiera ser diario. G X Cantalapiedra.