Luz ahora: 0,11150 €/kWh
CUANDO FALLA LA MEMORIA. ALZHEIMER.
Habían pasado solo tres meses, que aquella vecina iba acompañada de su marido, más ante de verano parecía un poco parada, sin más, apenas hablaba, y su marido me dijo en voz baja, está perdiendo la memoria ella que fue un archivo. Yo esperaba que no fuera tan grande su problema, pero ayer la vi del brazo de su marido y ni nos conocía, era grave su situación, llevaba la cabeza mirando al suelo, sin entender nada de lo que hablé con su marido, me quede descolocado, era penoso el ver a una señora sin apenas movilidad, y sin saber qué hacía paseando en la calle. No tuve palabras para tal enfermedad, que solo deja personas sin movilidad, ni saber dónde están ni lo que tienen que hacer. Es el maldito problema de esa realidad que parece aumentar cada día sus estragos, Miedo me da el pronunciarla. El ver a personas que fueron de lo más normal, y ahora el tiempo y esa maldita enfermedad las lleva a la más terrible soledad, ya que no se enteran de lo que tienen encima, solo las mueven como si fueran niños pequeños, y su problema es para siempre de momento, ya que hoy no existe medicina ni solución para poderles frenar ese desalojo de su cerebro, da pena el ver a estas personas que conoces desde hace años, y que siempre parecían normales, al verlas caminar, al no poder dirigirlas la palabra, ya que están en un mundo extraño sin conciencia de lo que les rodea, Hay personas que no piensan por ellas, que solo son juguetes rotos, este es el caso de mi vecina, que aunque la hables no te contesta, ya que su cerebro se ha enfermado muy deprisa, sin poder darle solución, su marido se ve que se ha llenado de paciencia y lo tiene asumido, aunque es un trago difícil de asimilar. Más la vida tiene esos problemas que al llegar a mayor te pueden atacar sin clemencia. Que la salud nos acompañe, para no caer en tan grave situación. G X Cantalapiedra.
Habían pasado solo tres meses, que aquella vecina iba acompañada de su marido, más ante de verano parecía un poco parada, sin más, apenas hablaba, y su marido me dijo en voz baja, está perdiendo la memoria ella que fue un archivo. Yo esperaba que no fuera tan grande su problema, pero ayer la vi del brazo de su marido y ni nos conocía, era grave su situación, llevaba la cabeza mirando al suelo, sin entender nada de lo que hablé con su marido, me quede descolocado, era penoso el ver a una señora sin apenas movilidad, y sin saber qué hacía paseando en la calle. No tuve palabras para tal enfermedad, que solo deja personas sin movilidad, ni saber dónde están ni lo que tienen que hacer. Es el maldito problema de esa realidad que parece aumentar cada día sus estragos, Miedo me da el pronunciarla. El ver a personas que fueron de lo más normal, y ahora el tiempo y esa maldita enfermedad las lleva a la más terrible soledad, ya que no se enteran de lo que tienen encima, solo las mueven como si fueran niños pequeños, y su problema es para siempre de momento, ya que hoy no existe medicina ni solución para poderles frenar ese desalojo de su cerebro, da pena el ver a estas personas que conoces desde hace años, y que siempre parecían normales, al verlas caminar, al no poder dirigirlas la palabra, ya que están en un mundo extraño sin conciencia de lo que les rodea, Hay personas que no piensan por ellas, que solo son juguetes rotos, este es el caso de mi vecina, que aunque la hables no te contesta, ya que su cerebro se ha enfermado muy deprisa, sin poder darle solución, su marido se ve que se ha llenado de paciencia y lo tiene asumido, aunque es un trago difícil de asimilar. Más la vida tiene esos problemas que al llegar a mayor te pueden atacar sin clemencia. Que la salud nos acompañe, para no caer en tan grave situación. G X Cantalapiedra.