LA SECA: SI LA ENVIDIA FUERA TIÑA...

SI LA ENVIDIA FUERA TIÑA
En un lugar de Castilla, vivía un labrador envidioso, que toda su vida desde niño era envidiar a otras personas de su misma localidad, sus pensamientos eran siempre de copiar y tratar de hacer sobre sus fincas, lo que otros labradores hacían, Desde niño tuvo envidia de sus compañeros de colegio, que se marchaban a la ciudad para poder estudiar en la Universidad, y poder ser algo de provecho en sus vidas. Este joven envidioso, le corroía la envidia, de todo a su alrededor, si las fincas del vecino daban más cosecha y mejor que la suya, se moría de envidia, si el que él decía su amigo salía acompañando a una joven, se le llenaban los ojos de furia y envidia, todo en su vida era envidiar, si el tractor de su amigo tenía más fuerza y desarrollaba mejor las labores agrícolas, le entraba pataleta, al ver que no podía ser igual el tractor suyo, La envidia le tenía mortificado, no veía nada con buenos ojos, era todo un sufrir envidia, y como dice el refrán. “Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría”. En su horrible soledad la envidia le fluía hasta con las personas que fallecían, siempre pensaba que será de mi cuando fallezca, que dirán que fui la noche de estar difunto, que recuerdos tendrán de mi paso por esta vida, Eran un montón de preguntas que ni él solo lo podía aclarar, solo sabía que había nacido para ser un envidioso, y que su vida sería un sin vivir tranquilo, Hubo tardes noches, que trabajando con su tractor se preguntaba, por qué tendré esta forma de ser, tan miserable y ruin, que no me conformo con nada, solo se lo que es la envidia que me lleva al infinito, estoy en un camino que no debe de ser bueno, tengo envidia de todo el que me rodea y es feliz, tengo envidia de los que saben más que yo, y me muero de envidia cuando algún amigo mío, se casa con la joven que me gustaría a mi casarme con ella, Siempre seré un envidioso sin solución, una persona que se encontrara solo al final de su vida, eso sí, seguiré envidiando a muchos humanos que me rodean. “ASÍ ES L A VIDA DEL ENVIDIOSO”. G X Cantalapiedra.