AQUELLAS CUEVAS DE LAS BRUJAS
En el Camino de las Brujas cerca del Camino de Ventosa, y Valtarre, estaban las famosas Cuevas de las Brujas, lugar donde hace siglos algunas mujeres que no tenían ni para tener su propia casa, vivían una forma de vida de escasez y miseria, Han pasado siglos, más los nombres prevalecen, es como si algo especial tuvieran aquellas personas que obligadamente tuvieron que vivir esa forma de vida poco normal, Aunque en aquellos años fuera una salida para morirse sin dar demasiados problemas a sus vecinos. Ya que dichas Cuevas están en la ladera de cerca del Camino de Ventosa. y una distancia de casi un kilómetro de la Villa. Aquellas mujeres de entonces conocían de cerca la propiedad y curaciones de las hierbas, que se criaban en aquellos terrenos agrícolas, como eran las Mielgas, la Grama. Magarzas, Amapolas rojas y de más colores. Pica pollos, Cardos borriqueros, Ceñilgos, Abrojos, Avena Loca. Todas estas hierbas y otras muchas las usaban para sus potingues de curar enfriados, y sobre todo ellas mismas poderse curar sus humedades dentro de las Cuevas. Hace años qué estas Cuevas están abandonadas, y solo sirven como recuerdo de aquellos años de miseria y pobreza, y de cuando algún animal se escapaba de su cuadra, en el comentario enseguida fluía el refrán de comentar. Se habrá marchado donde se fue la “Burra del Tío Galucho”, que parece que allí termino su vida. G X Cantalapiedra.
En el Camino de las Brujas cerca del Camino de Ventosa, y Valtarre, estaban las famosas Cuevas de las Brujas, lugar donde hace siglos algunas mujeres que no tenían ni para tener su propia casa, vivían una forma de vida de escasez y miseria, Han pasado siglos, más los nombres prevalecen, es como si algo especial tuvieran aquellas personas que obligadamente tuvieron que vivir esa forma de vida poco normal, Aunque en aquellos años fuera una salida para morirse sin dar demasiados problemas a sus vecinos. Ya que dichas Cuevas están en la ladera de cerca del Camino de Ventosa. y una distancia de casi un kilómetro de la Villa. Aquellas mujeres de entonces conocían de cerca la propiedad y curaciones de las hierbas, que se criaban en aquellos terrenos agrícolas, como eran las Mielgas, la Grama. Magarzas, Amapolas rojas y de más colores. Pica pollos, Cardos borriqueros, Ceñilgos, Abrojos, Avena Loca. Todas estas hierbas y otras muchas las usaban para sus potingues de curar enfriados, y sobre todo ellas mismas poderse curar sus humedades dentro de las Cuevas. Hace años qué estas Cuevas están abandonadas, y solo sirven como recuerdo de aquellos años de miseria y pobreza, y de cuando algún animal se escapaba de su cuadra, en el comentario enseguida fluía el refrán de comentar. Se habrá marchado donde se fue la “Burra del Tío Galucho”, que parece que allí termino su vida. G X Cantalapiedra.