Luz ahora: 0,00392 €/kWh

LA SECA: ERA UNA NOCHE DE NIEBLA...

ERA UNA NOCHE DE NIEBLA
Aquella noche de hace ahora sesenta y cuatro años, en el callejón del cine de aquel valle castellano, existió un pequeño abuso de autoridad, la niebla era cerrada, y el cine empezaba a las siete de la tarde, la visibilidad era muy corta, y el frío de esa Castilla sedienta y polvorienta se dejaba notar, quizá estuvieran a cero grados, sin saber por qué, dos autoridades de uniforme tenían sujeto a un joven de color casi oscuro, digamos como decía Federico García Lorca, “Moreno de verde Luna”, hubo alguien que al entrar en dicho cine vieron como le balanceaban a este joven quizá de uno veintidós años, sin saber el motivo, solo pudieron ver cómo le amenazaban sujetándole por el cuello de su camisa y él hombre más moreno quizá negro al verse impotente y amenazado por dicha autoridad, solo pensaría salir libre de aquel atropello, en el descanso del cine alguien comentó esa anormalidad en los años sesenta, Pero nadie preguntaba por si acaso le metían en cualquier lio, de los que nunca saldría bien parado. Comentaron por dicho valle en el silencio de los corrillos de amigos que debió de ser algo muy grabe, ya que este hombre castellano de pura cepa desapareció del valle, sin dejar huella. Su madre estaba un poco mal de la cabeza, y el resto de la familia siempre pensaron que se había marchado a Francia, ya que allí tenía familiares, Todo fue un misterio, una sobrina de dicho joven, comentó no sabemos donde vive ni con quien está, solo sabemos que nadie sabe nada de él, incluso dejó la ropa suya abandonada en un armario de la casa donde vivía con su madre solamente, esta historia verdadera ocurrió en aquellos años, que poder preguntar te podía costar estar detenido por querer indagar, y la mayoría de las personas pasaban de querer tener problemas con las autoridades, Nadie pregunto por este joven, y eso que tenía un apodo difícil de olvidar. El tiempo borra hasta las mayores atrocidades del abuso de autoridades, que no temen la justicia del hombre esperemos que La Madre Naturaleza tenga otra forma de hacer justicia. G X Cantalapiedra.