LA SECA: UN DOMINGO DEL MES DE MAYO EN SAN ROQUE...

UN DOMINGO DEL MES DE MAYO EN SAN ROQUE
Un domingo por la tarde del mes de mayo. Hace ahora unos sesenta y dos años, cuando los Campos en Castilla se visten de verde, un grupo de amigos nacidos en La Seca, paseaban por aquel Faro, desde donde se puede ver parte del término municipal, e incluso hasta el río Duero, Sobre aquel valle que es la Cuna del Vino Verdejo, y un lugar desde hace siglos de una emigración forzosa, hacía diferentes partes del mundo, sin olvidarnos nunca del resto de España. Entonces Las Vascongadas, que llegaron a dar trabajo a todos aquellos seres humanos, que salieron para mejorar sus vidas. Aquel paseo era un reflexión sobre el futuro, de aquellos amigos que solo veían su salida en coger su maleta, y buscar un tren que los llevara hasta donde tuvieran un lugar de vivir en dignidad, Las ideas eran claras, no veían más camino que el salir de aquel valle, donde el futuro se veía difícil, Todos aquellos amigos pensaban en abandonar aquella Villa, que llegó a tener hasta 1300, vecinos, unos 5000, habitantes, el año 1898. En ese lugar donde esta la Ermita, entonces medio abandonado, se miraba el horizonte sin nostalgia, todos los amigos estaban en el mismo ambiente, tocaba pensar en que sería su futuro, si solo estaba la agricultura para subsistir, Aquella tarde se cruzaron las ideas, las formas de ver el camino que tendrían que seguir para salir airosos de aquel valle, donde los fracasados en su intento, de salir para mejorar su vida eran mal vistos, y a veces criticados, Aquel grupo de amigos bajaron hasta el corazón del valle, La Plaza de España, donde las personas trataban de verse y comunicarse sus trabajos, Incluso el Palo de Teléfonos, odiado y maldecido por todos aquellos obreros que sufrieron el paro, sin cobrar nada, algunos de estos amigos comentaron. Se podía quitar ese palo, y echarle gasolina para quemarle. Hubiera sido un error. Los caciques de entonces seguro que usarían sus malos modos, para montar otro chiringuito con el mismo modo de empleo. Lamentable. Ningún amigo se quedó en aquel Valle.
G X Cantalapiedra.