LOS LAMENTOS SE EVAPORAN
Con humanos que lloran su pasado
entre brisas de nieblas junto al Duero,
el camino que sigue recordado
sin ser signo de algún aventurero.
Los lamentos se pierden en la noche
con sus mitos de tristes desacuerdos,
es posible que surja algún reproche
y los vientos publiquen los recuerdos.
Hay lamentos que marchan sin descanso
por veredas que van buscando a El Duero,
donde puede que exista ese remanso
que se viva el amor bueno y sincero.
Las miradas contemplan horizonte
de pinares al lado de viñedos,
hay quien dice que existe ese resorte
donde puede que vivan los enredos.
Los lamentos se pierden en el aire,
con sus ecos que dejan desconsuelo,
hoy tememos que grite algún desaire
mientras vamos mirando el alto cielo.
Se evaporan deprisa las palabras
en caminos que llaman penitentes,
hoy podemos decir que ya no hay cabras
ni que pasan deprisa muchas gentes.
Los lamentos se fueron caminando
entre brisas que llaman inocentes,
el pasado quizá se fue volando
sin hablarnos de genios transcendentes.
Los Caminos del Duero son eternos
con sus nieblas de grises insolentes,
son temidos los más duros inviernos
donde pueden sufrir mucho sus gentes.
G X Cantalapiedra.
Con humanos que lloran su pasado
entre brisas de nieblas junto al Duero,
el camino que sigue recordado
sin ser signo de algún aventurero.
Los lamentos se pierden en la noche
con sus mitos de tristes desacuerdos,
es posible que surja algún reproche
y los vientos publiquen los recuerdos.
Hay lamentos que marchan sin descanso
por veredas que van buscando a El Duero,
donde puede que exista ese remanso
que se viva el amor bueno y sincero.
Las miradas contemplan horizonte
de pinares al lado de viñedos,
hay quien dice que existe ese resorte
donde puede que vivan los enredos.
Los lamentos se pierden en el aire,
con sus ecos que dejan desconsuelo,
hoy tememos que grite algún desaire
mientras vamos mirando el alto cielo.
Se evaporan deprisa las palabras
en caminos que llaman penitentes,
hoy podemos decir que ya no hay cabras
ni que pasan deprisa muchas gentes.
Los lamentos se fueron caminando
entre brisas que llaman inocentes,
el pasado quizá se fue volando
sin hablarnos de genios transcendentes.
Los Caminos del Duero son eternos
con sus nieblas de grises insolentes,
son temidos los más duros inviernos
donde pueden sufrir mucho sus gentes.
G X Cantalapiedra.