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LA SECA: TORNADOS EN LA CASTILLA SEDIENTA...

TORNADOS EN LA CASTILLA SEDIENTA
Mis recuerdos de la infancia no se pierden de momento. Recuerdo que una tarde de hace ahora 68, años, en el mes de julio a últimos, conocí por primera vez un tornado, en aquella tierra de la Castilla Sedienta, se los llamaba, “BRUJAS” eran remolinos de polvo que arrastraban paja y un sonido de fuerza en espiral, anoche viendo el programa de Cuarto Milenio, me enteré que en Estados Unidos, de América, existían tornados con una fuerza extraordinaria, y que hicieron en un Lago con profundidad de cerca de doscientos metros, destruyeron un barco de carga y lo hundieron hasta su fondo, sin dejar apenas huellas. Y eso que el barco tenía más de doscientos metros de largo, se me vino a la memoria aquella tarde de verano, que en termino de Las Trescientas, Vi como salieron volando los haces de trigo, que quizá pesarían unos veinte kilos, que fueron desplazados hasta más de cuarenta metros de distancia, Incluso los burros que estaban descansando tranquilos, se les pusieron las orejas de punta, y volvieron su parte trasera hacia donde soplaba el tornado, Mi padre en aquellos momentos dejó de segar aquel trigo candeal, esperando que no hiciera más estragos, ya que sobre las viñas rompía pámpanos y dejaba destrozos en sus cepas. Fue una tarde que siempre que lo he visto en televisión me acuerdo de su sonido fatal, incluso moviendo hasta las piedras pequeñas llamadas cantos, Luego comprendí el temor que tenían los labradores en sus eras, Cuando alguien gritaba que venía una Bruja, era una fuerza de tornado en espiral, que se la temía a tope. La Madre Naturaleza tiene una forma diferente de notarse, unas veces con terremotos, ciclones, maremotos, nevadas y tornados, que le dejan al ser humano indefenso, En esas llanuras castellanas, las Brujas se las veía desde lejos, y dando vueltas en sus giros levantaban polvo y paja que se divisaba desde lejos, Eran anomalías en época de verano, sin que hiciera demasiado calor, nunca entendí su fuerza sobre los campos, los vientos eran poco fuertes en aquella época, Más te sientes indefenso ante tan grande anormalidad.
G X Cantalapiedra.