CON EL SUELO BLANCO DE ESCARCHA
Era una mañana fría y escarchada de hace 78, años, el campo parecía a las nueve de la mañana como si hubiera nevado, Las personas que trabajaban en las viñas tenían miedo a salir a podar, el frío rondaba los tres grados bajo cero, aunque esa noche se llegaron a medir 14, grados bajo cero, eran las fechas próximas a La Navidad, La Seca era un pueblo vinícola, aunque era época de arrancar las viñas para tener tierras de cereales, Años más tarde se dieron cuenta que esas tierras pedregosas no producían buenos cereales. Y volvieron a ser viñedos verdejos, como hace siglos plantaron los hombres que ocuparon estas tierras venidos del Norte de España. Y gentes que se hicieron cristianos habiendo sido hebreos de nacimiento. En la época de la Reconquista. Más ese día el frío impedía poner un pie en las tierras heladas y blancas de escarcha, Los pastores de ovejas no sacaron de sus naves a esos animales sufridos, y los labradores en sus casas se dedicaban a arreglar los arados, y tratar de tener limpias las cuadras de acémilas y burros, entonces no existía ningún tractor, y el ganado movía toda la agricultura de aquellos años de la posguerra, donde el racionamiento era una barrera de poder comer para no pasar hambre, aquella fecha terrible los canales de los tejados colgaban chupitos de hielo, las gentes usaban sus braseros debajo de las camillas, para aguantar ese frío mesetario, parecido al de algunas zonas del norte de Europa. Aquel día dejó sus huellas, aunque los días de después siguió el frío seco, y las grandes escarchadas, Era el clima duro de la Castilla sedienta y mesetaria, donde el viento del norte se le temía a fondo, incluso hasta el mes de mayo se conocieron heladas, y sus grandes desastres como el del día 25, de mayo del año 1898. Donde los campos se quedaron como si fuera invierno, esos días por el momento parece ser se han quedado atrás, El cambio climático es un perfecto desastre, la lluvia cuando cae se deja notar con su fuerza de temporal vivo, La Madre Naturaleza, nos muestra su fuerza y fortaleza. Para que tengamos cuidado con su presencia. G X Cantalapiedra.
Era una mañana fría y escarchada de hace 78, años, el campo parecía a las nueve de la mañana como si hubiera nevado, Las personas que trabajaban en las viñas tenían miedo a salir a podar, el frío rondaba los tres grados bajo cero, aunque esa noche se llegaron a medir 14, grados bajo cero, eran las fechas próximas a La Navidad, La Seca era un pueblo vinícola, aunque era época de arrancar las viñas para tener tierras de cereales, Años más tarde se dieron cuenta que esas tierras pedregosas no producían buenos cereales. Y volvieron a ser viñedos verdejos, como hace siglos plantaron los hombres que ocuparon estas tierras venidos del Norte de España. Y gentes que se hicieron cristianos habiendo sido hebreos de nacimiento. En la época de la Reconquista. Más ese día el frío impedía poner un pie en las tierras heladas y blancas de escarcha, Los pastores de ovejas no sacaron de sus naves a esos animales sufridos, y los labradores en sus casas se dedicaban a arreglar los arados, y tratar de tener limpias las cuadras de acémilas y burros, entonces no existía ningún tractor, y el ganado movía toda la agricultura de aquellos años de la posguerra, donde el racionamiento era una barrera de poder comer para no pasar hambre, aquella fecha terrible los canales de los tejados colgaban chupitos de hielo, las gentes usaban sus braseros debajo de las camillas, para aguantar ese frío mesetario, parecido al de algunas zonas del norte de Europa. Aquel día dejó sus huellas, aunque los días de después siguió el frío seco, y las grandes escarchadas, Era el clima duro de la Castilla sedienta y mesetaria, donde el viento del norte se le temía a fondo, incluso hasta el mes de mayo se conocieron heladas, y sus grandes desastres como el del día 25, de mayo del año 1898. Donde los campos se quedaron como si fuera invierno, esos días por el momento parece ser se han quedado atrás, El cambio climático es un perfecto desastre, la lluvia cuando cae se deja notar con su fuerza de temporal vivo, La Madre Naturaleza, nos muestra su fuerza y fortaleza. Para que tengamos cuidado con su presencia. G X Cantalapiedra.