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NAVIDADES, Y EL CONSUMO EXCESIVO
La Navidad nos demuestra que el consumo en estas fechas es excesivo, se abusa de la comida, de los dulces, y de los caprichos que pudiéramos pasar sin ellos la mayoría de las personas, Tengo bastantes años, y conocí esas navidades de la posguerra, con sus racionamientos y estrecheces, donde esos días se comía lo que hubiera en casa, y si tenias un pollo en el corral era un gran festín, La fruta era a veces conservada en las partes altas de la casa, y se repartía lo mejor posible, El cardo al ajoarriero era el plato favorito de muchos humanos, y la sopa de almendra con canela era afrodisiaco, Eran fechas familiares, donde a veces volvían a su casa o de los familiares ciertos emigrantes, que añoraban el amor de su familia. Ahora puede ser que exista esa cena y comida con la familia, aunque los recuerdos de la personas mayores que conocieron aquellos tiempos de restricciones, hoy les parezca mentira la sobredosis de comida, la bebida no digamos, incluso en las comidas de empresa hay quien sale colocado de alcohol, y produciendo accidentes irresponsable, Hoy es otra forma de vida, no sé si mejor o peor, más hay momentos que ves que las cabezas no regulan su situación, y provocan situaciones que no deberían de existir, Las personas que van al volante de un vehículo debieran de dejar el coche aparcado, cuando sienten que el alcohol les empieza hacer efecto, se evitarían muertes y hospitales a tope en las urgencias, El controlarse es una forma de evitar complicaciones, y pensar en el refrán castellano que nos dice, “De grandes cenas están las sepulturas llenas”. Y olvidar el otro refrán que dice. “Comamos bebamos y pongámonos gordos y lo que nos digan hagámonos sordos.” FELICES FIESTAS, pero con moderación y sentido común. G X Cantalapiedra. 20 – 12 – 2024.
La Navidad nos demuestra que el consumo en estas fechas es excesivo, se abusa de la comida, de los dulces, y de los caprichos que pudiéramos pasar sin ellos la mayoría de las personas, Tengo bastantes años, y conocí esas navidades de la posguerra, con sus racionamientos y estrecheces, donde esos días se comía lo que hubiera en casa, y si tenias un pollo en el corral era un gran festín, La fruta era a veces conservada en las partes altas de la casa, y se repartía lo mejor posible, El cardo al ajoarriero era el plato favorito de muchos humanos, y la sopa de almendra con canela era afrodisiaco, Eran fechas familiares, donde a veces volvían a su casa o de los familiares ciertos emigrantes, que añoraban el amor de su familia. Ahora puede ser que exista esa cena y comida con la familia, aunque los recuerdos de la personas mayores que conocieron aquellos tiempos de restricciones, hoy les parezca mentira la sobredosis de comida, la bebida no digamos, incluso en las comidas de empresa hay quien sale colocado de alcohol, y produciendo accidentes irresponsable, Hoy es otra forma de vida, no sé si mejor o peor, más hay momentos que ves que las cabezas no regulan su situación, y provocan situaciones que no deberían de existir, Las personas que van al volante de un vehículo debieran de dejar el coche aparcado, cuando sienten que el alcohol les empieza hacer efecto, se evitarían muertes y hospitales a tope en las urgencias, El controlarse es una forma de evitar complicaciones, y pensar en el refrán castellano que nos dice, “De grandes cenas están las sepulturas llenas”. Y olvidar el otro refrán que dice. “Comamos bebamos y pongámonos gordos y lo que nos digan hagámonos sordos.” FELICES FIESTAS, pero con moderación y sentido común. G X Cantalapiedra. 20 – 12 – 2024.