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CUANDO NO TENÍA COCHE
Aquel hombre que de joven no tenía coche, y la envidia le impedía ver todo lo que le rodeaba, Era un hombre joven, con mucha vitalidad, entre sus amigos que le demostraban día a día su compromiso con la buena amistad, y le dieron la mano para salir adelante, este hombre joven entonces aunque no era un bailarín, siempre en los bailes salía acompañado de mujeres, incluso bien parecidas, todo en la vida le sonreía, llegando a salir con mujeres con carrera, sin importarle demasiado, sin llegarse a casar nunca, su futuro fue ascendiendo, llegando a tener coche, no muy grande pero servicial, y poco a poco tuvo suerte en la vida, llegando a vivir en un barrio bueno, y ser propietario de varios pisos, incluso tener tres coches a su servicio, ser una persona respetada y casi envidiada, sus pensamientos estaban en alza, y su camino de vivir la vida sin problemas cada vez era más grande, Más todo en la vida no era felicidad, empezó a sufrir problemas de salud con 65, años, y andar de medico en medico sin arreglarle su salud, ingresando en hospitales donde le enseñaron a sufrir, y vivir conforme con esa salud quebrada, El hombre pensó poder casarse, pero su conciencia de hombre libre no le daba soluciones, Llegando a terminar en una residencia cara, sin dejar de verse solo y sufriendo, El tiempo pasaba, y buscando en sus recuerdos, una noche tembló de miedo, sintió como enterraban a un hombre en su lugar de origen sin cura, en un cacho de cementerio civil que existía hace muchos años, él era un niño travieso y se metió en primera fila para ver aquel hombre pobre, como sin caja era tapado de tierra, aquella noche recordaba como fue aquel entierro, su visibilidad era total, el hombre temblaba en su cama, sus riquezas no le impedían regresar a sus orígenes, y el hombre intentaba olvidarlo, pero su memoria seguía recordando su tiempo de infancia y juventud, y las noches siguientes volvieron momentos de todo su tiempo de infancia, pasaron pocas fechas y este hombre termino con su vida en el más raro procedimiento, imito a Lucio Anneo Seneca, y su final de vida digamos anulo todo aquel sufrimiento,. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre que de joven no tenía coche, y la envidia le impedía ver todo lo que le rodeaba, Era un hombre joven, con mucha vitalidad, entre sus amigos que le demostraban día a día su compromiso con la buena amistad, y le dieron la mano para salir adelante, este hombre joven entonces aunque no era un bailarín, siempre en los bailes salía acompañado de mujeres, incluso bien parecidas, todo en la vida le sonreía, llegando a salir con mujeres con carrera, sin importarle demasiado, sin llegarse a casar nunca, su futuro fue ascendiendo, llegando a tener coche, no muy grande pero servicial, y poco a poco tuvo suerte en la vida, llegando a vivir en un barrio bueno, y ser propietario de varios pisos, incluso tener tres coches a su servicio, ser una persona respetada y casi envidiada, sus pensamientos estaban en alza, y su camino de vivir la vida sin problemas cada vez era más grande, Más todo en la vida no era felicidad, empezó a sufrir problemas de salud con 65, años, y andar de medico en medico sin arreglarle su salud, ingresando en hospitales donde le enseñaron a sufrir, y vivir conforme con esa salud quebrada, El hombre pensó poder casarse, pero su conciencia de hombre libre no le daba soluciones, Llegando a terminar en una residencia cara, sin dejar de verse solo y sufriendo, El tiempo pasaba, y buscando en sus recuerdos, una noche tembló de miedo, sintió como enterraban a un hombre en su lugar de origen sin cura, en un cacho de cementerio civil que existía hace muchos años, él era un niño travieso y se metió en primera fila para ver aquel hombre pobre, como sin caja era tapado de tierra, aquella noche recordaba como fue aquel entierro, su visibilidad era total, el hombre temblaba en su cama, sus riquezas no le impedían regresar a sus orígenes, y el hombre intentaba olvidarlo, pero su memoria seguía recordando su tiempo de infancia y juventud, y las noches siguientes volvieron momentos de todo su tiempo de infancia, pasaron pocas fechas y este hombre termino con su vida en el más raro procedimiento, imito a Lucio Anneo Seneca, y su final de vida digamos anulo todo aquel sufrimiento,. G X Cantalapiedra.