La antigua línea férrea que unía Valladolid con Ariza, en Zaragoza, hace tiempo que quedó reducida a dos raíles abandonados jalonados de vez en cuando por edificios medio en ruinas que en su día fueron estaciones. Son un testigo mudo de los cambios que el devenir de los años ha impuesto.
Esta foto está tomada justo debajo del paso elevado sobre la autovía, a los pies de la ermita del Villar.