UN DÍA DE JUNIO LLEGÓ
ATAQUINES
Era el principio de
verano del año 1929, aquel
joven muchacho de ojos azules, apodado el Suli, con porte de joven galán de
cine, que llegó para ganar el verano, en aquel
pueblo de la zona llamada de Tierra Blanda, entre la cuadrilla de segadores lasecanos, iba compuesta por tres hoces y un atero, en total cuatro hombres, que apenas dormían para terminar su contrato de siega, ya que era el trabajo por destajo, y cuanto antes acabaran mucho mejor para todos ellos. Aunque
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