MATAPOZUELOS: Este tema ha generado mucha controversia porque los...

Este tema ha generado mucha controversia porque los especialistas islámicos parten de la presunción que el Corán es un texto incorrupto y divino, mientras que los especialistas laicos lo ven como un texto humano semejante a cualquier otro. Tales divergencias hacen que sea necesario conocer ambas versiones de la historia. Es oportuno indicar que el Sagrado Corán insta a los lectores, más bien los reta a que encuentren alguna contradicción o divergencias en él y les enfatiza que no la encontrarán. ¿Qué otro libro que se defina como palabra de Dios lanza este reto a sus lectores? De no haber sido de origen Divino, estaría lleno de contradicciones, pero no tiene ninguna porque Dios no comete errores. De manera que no hay tal controversia. Los especialistas Islámicos no presumen la Divinidad del Sagrado Corán, el Corán mismo la establece.



[editar] ¿El Corán fue creado o escrito?

Las variedades más extendidas de la teología musulmana consideran que el Corán es eterno y que no fue creado. Tomando en cuenta que los musulmanes creen que figuras bíblicas tales como Moisés y Jesús predicaron el islam, la doctrina de una revelación inmutable y no creada implica que las contradicciones que se dan entre los textos más antiguos (la Torá y la Biblia) y el Corán se deben a que los primeros fueron objeto de la corrupción humana.


No obstante, algunos movimientos liberales del Islam, y particularmente las sectas muy'tazili e ismailí, implícita o explícitamente cuestionan la doctrina de un Corán no creado cuando realizan ciertas preguntas relacionadas a la aplicación de la ley islámica. Algunos pensadores contemporáneos, como Reza Arslan, han argüido que tales leyes fueron creadas por Dios para solucionar las necesidades particulares de la comunidad de Mahoma. Otros rebaten que tales leyes no difieren en nada de la ley mosaica.


Entre las razones ofrecidas por la crítica de la doctrina del Corán eterno se encuentra su implicación en el tawhid, o la unidad de Dios. El pensamiento de que el Corán es la palabra eterna y no creada de Alá y que siempre ha existido junto a él podría llevar a pensar en un concepto plural de la naturaleza de Dios (lo cual podría conducir a lo que los musulmanes consideran el pecado de shirk o idolatría, de la asociación de una cosa con Dios). Preocupados de que esta interpretación parezca hacer eco del concepto cristiano de la Palabra eterna de Dios logos, algunos musulmanes, y particularmente los muy'tazilíes han rechazado la noción de la eternidad del Corán.



[editar] Según especialistas islámicos

Según la tradición, Muhammad no podía leer ni escribir sino que, simplemente, recitó lo que le era revelado para que sus compañeros lo escribieran y memorizaran. Aquí hay que intervenir para resaltar el hecho que esta tradición alegando que el Sagrado Profeta Muhammad no podía leer ni escribir está en contradicción con el texto Coránico mismo por doble partida: primero el Sagrado Coran anuncia que el Sagrado Profeta "no solía leer ni escribir" es decir no era dado a la lectura o la escritura, esto no quiere decir que no supiera hacerlo, pero existe otra corroboración de que sabía leer, en el mismo Sagrado Corán, la aleya número dos de la azora "La Congregación": "Fue él (Dios) quien levantó de entre los iletrados un Apostol de entre ellos mismos, recitando Sus Señales, purificándoles y enseñándoles el Libro y la sabiduría..." Los simpatizantes del Islam tienen por verdad que la redacción del texto coránico existente hoy corresponde puntualmente a lo que fue revelado al Profeta Muhammad, es decir, las palabras textuales de Dios entregadas a Muhammad por medio del arcángel Gabriel.


Los acompañantes de Muhammad, según las tradiciones musulmanas, empezaron a registrar las azoras de forma escrita antes de que su líder muriera en el año 632. Esta práctica de escribir las revelaciones a medida que le llegaban al Sagrado Profeta era una libertad que todos los testigos de los momentos en que ocurrían las revelaciones podían tomarse, aunque se trataba de una reabundancia literaria ya que el Sagrado Corán fue compilado bajo los auspicios del Profeta mismo. Basta decir que entre todos los Sagrados Coranes que existen hoy y han existido no hay ninguna diferencias. Existe solo una versión del Sagrado Coran, las copias de varias azoras escritas durante su vida se citan con frecuencia en las tradiciones. Por ejemplo, en la historia de la conversión de Umar ibn al-Jattab (momento en que Muhammad todavía estaba en La Meca), se dice que su hermana estaba leyendo un texto de la azora Ta-Ha. En Medina, se dice que alrededor de sesenta y cinco acompañantes actuaron como escribas para él en algún momento o en otro. El profeta los llamaba para que escribieran las revelaciones justo después de tenerlas.


Una tradición documenta que la primera recopilación completa del Corán fue hecha durante el mandato del primer califa, Abu Bakr as-Siddiq. Zayd ibn Thabit, que había sido uno de los secretarios de Muhammad, “reuniendo el Corán a partir de varias piezas de hueso y de los pechos (es decir, ‘los recuerdos’) de los hombres”. Esta recopilación fue conservada por Hafsa bint Umar, hija del segundo califa Umar y una de las viudas de Mahoma, Esto eran esfuerzos individuales, como un alumno asistiendo a clases y tomando nota, El Sagrado Corán fue revelado y compilado bajo los auspicios del Sagrado Profeta Muhammad.


Durante el califato de Utman ibn Affan, hubo disputas relativas a la recitación del Corán. En respuesta, Utman decidió codificar, estandarizar y transcribir el texto. Se dice que Utman comisionó a un comité (que incluía a Zayd y varios miembros prominentes de Quraysh) para poder producir una copia estándar del texto.


Según algunas fuentes, esta recopilación se basó en el texto conservado por Hafsa. Otras versiones indican que Utman hizo esta recopilación de manera independiente y que el texto de Hafsa habría sido llevado adelante y que, al final, se encontró que los dos textos coincidían perfectamente. Sin embargo, otros documentos omiten por completo referencias a Hafsa.


Los eruditos musulmanes afirman que si el califa hubiera ordenado la recopilación del Corán, este nunca habría sido relegado al cuidado de una de las viudas del profeta. Posiblemente la historia haya sido inventada para aproximar en el tiempo la muerte del profeta y la recopilación del texto.


Cuando terminó el proceso de recopilación, entre los años 650 y 656, Utman envió copias del texto final a todos los rincones del imperio islámico y ordenó la destrucción de todas las copias que difirieran de la nueva versión.


Varios de los manuscritos, incluyendo el manuscrito de Samarkanda, son reivindicados como copias originales de las enviadas por Utman; no obstante, muchos especialistas, occidentales e islámicos, dudan que sobreviva algún manuscrito utmánico original.


En lo que respecta a las copias que fueron destruidas, las tradiciones islámicas aseguran que Abdallah Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, el sobrino de Mahoma, habían preservado algunas versiones que diferían en algunos aspectos del texto utmánico que es considerado ahora por todos los musulmanes. Los especialistas musulmanes registran determinadas diferencias entre las versiones, las cuales consisten casi totalmente en variantes léxicas y ortográficas o diferentes conteos de versos. Se ha registrado que los tres (Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí) aceptaron el texto utmánico como la autoridad definitiva.


La versión de Utman se compuso según un viejo estilo de escritura árabe que dejaba por fuera casi todas las marcas vocálicas, por esta razón la escritura se puede interpretar y leer de varias formas. Este escrito utmánico básico se ha llamado rasma y, con algunas diferencias menores, es la base de varias tradiciones orales de recitación. Para fijar estas recitaciones y prevenir cualquier error, los escribanos y eruditos comenzaron a anotar las rasmas utmánicas con varias marcas diacríticas —puntos y demás— para indicar la forma en que las palabras debían ser pronunciadas. Se cree que este proceso de anotación comenzó alrededor del año 700, poco tiempo después de la compilación de Utman, y que terminó aproximadamente en el año 900. El texto del Corán más usado en la actualidad está basado en la tradición de recitación de los Hafs, tal y como fue aprobado por la Universidad Al-Azhar del Cairo, en 1922, (para más información relacionada con las tradiciones de recitación, refiérase a Recitación coránica, más adelante en este mismo artículo).



[editar] Según especialistas seglares

Aunque muchos eruditos concuerdan con varios de los aspectos señalados por las tradiciones islámicas relativas al Corán y sus orígenes, algunos especialistas escépticos aseguran que Mahoma mismo compuso los versos y las leyes que integran el texto y que se las atribuyó a Dios para darles legitimidad; agregan que sus seguidores memorizaron y escribieron sus revelaciones y que numerosas versiones de estas revelaciones circularon después de su muerte en el año 632; aseguran asimismo que Utman ordenó la recopilación y el ordenamiento de esta masa de material entre 650 y 656, lo cual también es descrito por los eruditos islámicos. Los eruditos occidentales señalan muchas características del Corán (sus repeticiones, su ordenamiento, la mezcla de estilos y géneros) como signos de un muy humano proceso de recopilación que nada tiene que ver con cosas divinas.


Estos eruditos escépticos explican las numerosas similitudes entre el Corán y las escrituras hebreas argumentando que Mahoma le enseñaba a sus seguidores lo que él pensaba que era historia universal, tal y como lo había escuchado de las bocas de judíos y cristianos que había encontrado en Arabia y durante sus viajes. Ciertos eruditos seglares también debaten la creencia islámica de que todo el Corán fue enviado por Dios a la humanidad. En este sentido, notan que en numerosos pasajes Dios es aludido directamente en tercera persona, o bien, cuando la voz narrativa jura por varios entes, incluyendo a Dios. Otros especialistas tienen aun menos deseos de atribuirle el Corán entero a Mahoma, arguyendo que no hay una verdadera prueba de que el texto haya sido compilado bajo el mandato de Utman, puesto que las más viejas copias conservadas del Corán completo datan de varios siglos después de Utman (la más vieja copia existente del texto completo es del siglo IX). Alegan que el Islam se formó lentamente, durante los siglos transcurridos tras las conquistas musulmanes y en la medida en que los conquistadores islámicos iban elaborando sus propias creencias en respuesta de los desafíos judío y cristiano. Una propuesta influyente en este punto de vista fue la del Dr. John Wansbrough, un académico inglés. Sin embargo, los escritos de Wansbrough estaban redactados en un estilo denso, complejo y casi hermético y ha tenido una gran influencia en los estudios islámicos a través de sus estudiantes, Michael Cook y Patricia Crone y no tanto por sus propios escritos. En 1977, Crone y Cook publicaron un libro llamado Hagarism, en el que se sostiene que:


"Básicamente, el Corán carece de una estructura central, frecuentemente es oscuro e inconsecuente tanto en lengua como en contenido; es superficial en su concatenación de materiales dispersos y muy dado a la repetición de pasajes enteros en versiones que presentan variantes. Partiendo de todo esto, se puede argumentar plausiblemente que el libro es el producto de la edición imperfecta y morosa de materiales provenientes de una pluralidad de tradiciones". (Patricia Crone y Michael Cook, Hagarism: The Making of the Islamic World, Cambridge, 1977, p. 18). (Traducción de Sergio Arroyo Molina).

Este libro fue extremadamente controvertido en su tiempo, pues desafiaba no solo la ortodoxia musulmana, sino las actitudes prevalecientes entre los mismos islamistas seglares. Wansbrough fue criticado por su interpretación del Corán y por la mala interpretación de las palabras originales en árabe. Crone y Cook se han desdicho de algunos de sus argumentos extremos en el sentido de que el Corán evolucionó a lo largo de varios siglos, pero todavía sostienen que la tradición de lectura sunita es muy poco fiable, pues proyecta su ortodoxia contemporánea en el pasado —del mismo modo que si los exégetas del Nuevo Testamento quisieran comprobar que Jesús era católico o metodista.


Fred Donner ha argüido contra Crone y Cook, en lo relativo a la temprana fecha de la recopilación del Corán, basado en sus lecturas del propio texto. Él apunta que si el Corán hubiera sido recopilado a lo largo de los tumultuosos siglos iniciales del Islam (con sus vastas conquistas, expansión y los sangrientos incidentes entre los rivales del califato) habría habido evidencia de esta historia en el texto. No obstante, no hay nada en el Corán que no refleje las cosas conocidas de la temprana comunidad musulmana.


Algunos aseguran que los hallazgos arqueológicos de 1972 pueden arrojar luz acerca de los orígenes del Corán. En ese año, durante la restauración del Gran Mezquita de San'a, en Yemen, los obreros se toparon con un "cementerio de papeles" que contenía decenas de millares de papeles en que se leían fragmentos del Corán (los ejemplares del Corán todavía son desechados de esta manera, pues se considera impiedad tratar el texto sagrado como si fuera basura ordinaria). Se creyó que algunos de esos fragmentos eran los textos coránicos más antiguos que se han encontrado. El especialista europeo Gerd R. Puin ha estudiado estos fragmentos y ha publicado no solamente un corpus de textos, sino también algunos descubrimientos preliminares. Las variantes de los textos descubiertos parecen coincidir con ciertas variantes menores reportadas por algunos eruditos islámicos en sus descripciones de las variantes del Corán, que una vez estuvieron en posesión de Abdallah Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, y que fueron suprimidas por órdenes de Utman.



[editar] Interpretación del Corán

Hasta la escritura sagrada más clara parece inducir a comentarios e interpretaciones. El Corán ha producido un gran corpus de comentarios y explicaciones. Como se comentó anteriormente, los musulmanes tardíos no siempre comprendían la lengua del Corán, no entendieron ciertas alusiones que eran claras a los primeros musulmanes y estaban extremadamente preocupados en reconciliar las contradicciones y los conflictos aparentes en el Corán. Los comentadores glosaron el árabe, explicaron las alusiones y, acaso más importantemente, decidieron qué versos coránicos habían sido revelados primero en la carrera profética de Mahoma (lo cual era apropiado para la naciente comunidad musulmana) y cuáles habían sido revelados después, cancelando o abrogando el texto original. Los recuerdos de las "ocasiones de revelación", es decir, las circunstancias en que Mahoma había hecho públicas las revelaciones, también fueron recopiladas, pues se pensaba que podrían explicar algunas oscuridades.


Por todas estas razones, fue extremadamente importante para los comentadores explicar cómo fue revelado el Corán —cuando y bajo qué circunstancias. Muchos comentarios o tafsir, concernían a la historia. Los primeros tafsir son unas de las mejores fuentes de la historia islámica. Algunos comentadores famosos son at-Tabari, az-Zamakhshari, at-Tirmidhi y Ibn Kathir. Generalmente estos comentarios clásicos incluían todas las interpretaciones comunes y aceptadas, mientras que los comentarios de los fundamentalistas modernos, como el escrito por Sayyed Qutb tienden a dar solo una de las interpretaciones posibles.


Los comentadores se sienten muy seguros de las exactas circunstancias que motivaron algunos versos, como la azora Iqra o las aleyas 190-194, de la azora al-Baqarah. Pero en algunos casos (como la azora al-Asr), lo más que se puede decir es en cuál ciudad estaba viviendo Mahoma en ese momento. En otros casos, como con la azora al-Kawthar, los detalles de las circunstancias están en disputa, pues diversas tradiciones entregan versiones diferentes.


Las más importantes "ayudas exteriores" que se han usado para interpretar los significados del Corán son las hadith — la colección de tradiciones en las que algunos eruditos musulmanes (los ulema) basaron la historia y las leyes islámicas. Los especialistas han inspeccionado las miles de páginas de las "hadith", intentando descubrir cuáles eran ciertas y cuáles eran fabricaciones. Un método muy utilizado era el estudio de la cadena de narradores, los isnad, a través de los cuales fue transmitida la tradición.


Obsérvese que aunque se dice que ciertos hadith — los hadith qudsi —, registran las palabras no canónicas que Dios le dirigió a Mahoma, o el sumario de estas, los musulmanes no consideran que estos textos sean parte del Corán.



[editar] Similitudes entre el Corán y la Biblia

El Corán retoma las historias de muchos de los personajes y eventos que aparecen en los libros sagrados de los judíos y los cristianos (La Torá, La Biblia) y la literatura devocional (Los libros apócrifos y el Midrash), aunque difiere en muchos detalles. Ciertos personajes bíblicos muy bien conocidos, como Adán, Noé, Abraham, Moisés, Juan el Bautista y Jesús son mencionados en el Corán como Profetas del Islam. Los musulmanes se explican las diferencias y las similitudes entre el Corán y los textos cristianos y judíos afirmando que estos están corruptos y que solo el Corán conserva la versión correcta.



[editar] La recitación del Corán

La palabra Corán, generalmente, es traducida como "recitación", en indicación de que no puede existir como un simple texto. Siempre ha sido transmitido oralmente al mismo tiempo que gráficamente.


Para al menos ser capaz de realizar una salat (oración), una obligación indispensable en el Islam, un musulmán tiene que aprender al menos algunas azoras del Corán (generalmente, empezando con la primera azora, al-Fatiha, conocida como "los siete versos repetidos", y luego avanzando hasta las más cortas que están al final del libro).


Una persona que pueda recitar todo el Corán se llama queāri' (قَارٍئ) o hāfiz (términos que se traducen como "recitador" o "memorizador, " respectivamente). Mahoma es recordado como el primer hāfiz. El canto (tilawa تلاوة) del Corán es una de las bellas artes del mundo musulmán.



[editar] Escuelas de recitación

Existen diversas escuelas de recitación coránica y todas constituyen pronunciaciones permitidas del rasm utmánico. Hoy existen diez recitaciones canónicas y cuatro no canónicas del Corán. Para que una recitación sea canónica tiene que cumplir con tres condiciones:


Debe coincidir con la recopilación, el "rasm", de Utman, letra por letra.

Debe respetar las leyes sintácticas del idioma árabe.

Debe tener un isnad continuo al profeta Mahoma a través de un tawatur, lo cual quiere decir que debe ser relatada por un gran grupo de personas a otro a lo largo de una cadena de "isnad".

Ibn Mujahid documentó siete recitaciones de este tipo y Ibn Al-Jazri agregó tres. Se trata de:


Nafi` de Medina (169/785), transmitida por Warsh y Qaloon

Ibn Kathir de La Meca (120/737), transmitida por Al-Bazzi y Qonbul

Ibn `Amer de Damasco (118/736), transmitida por Hisham y Ibn Zakwan

Abu `Amr de Basra (148/770), transmitida por Al-Duri y Al-Soosi

`Asim de Kufa (127/744), transmitida por Sho`bah y Hafs

Hamza de Kufa (156/772), transmitida por Khalaf y Khallad

Al-Kisa'y de Kufa (189/804), transmitida por Abul-Harith y Al-Duri

Abu-Ja`far de Medina, transmitida por Ibn Wardan y Ibn Jammaz

Ya`qoob de Yemen, transmitida por Ruways y Rawh

Khalaf de Kufa, transmitida por Ishaaq y Idris

Estas recitaciones difieren en la vocalización (tashkil تشكيل) de unas cuantas palabras, las cuales a su vez le dan a la palabra un significado diferente, según las reglas de la gramática árabe. Por ejemplo, la vocalización de un verbo puede cambiar su voz activa y pasiva. También puede cambiar su formación, lo que implica la intensidad, por ejemplo. La vocales se pueden cambiar en su cantidad (es decir, se pueden alargar o acortar) y las pausas glotales (hamzas) pueden agregarse o elidirse, según las reglas respectivas de la recitación en particular. Por ejemplo, el nombre del Arcángel Gabriel se puede pronunciar de manera diferente en distintas recitaciones: Jibrīl, Jabrīl, Jibra'īl, y Jibra'il. El nombre "Qur'āno" se pronuncia sin la pausa glotal (como en "Qurāno") en una recitación y el nombre del profeta Ibrāhīm se puede pronunciar Ibrāhām en otra.


Las narraciones más usadas son las de Hafs (حفص عن عاصم), Warsh (ورش عن نافع), Qaloon (قالون عن نافع) y Al-Duri a través de Abu `Amr (الدوري عن أبي عمرو). Los musulmanes creen firmemente que todas las recitaciones canónicas fueron recitadas por el Profeta mismo, citando la respectiva cadena de narración isnad canónica y las aceptan como válidas para la adoración como una referencia para las leyes de Sharia. Las recitaciones no canónicas son llamadas "explicativas" por su papel de darle diferentes perspectivas a un verso o ayah dado. Hoy varias personas poseen el título de "Memorizador de las Diez Recitaciones", lo cual se considera el máximo honor en las ciencias del Corán.



[editar] Consideraciones de estilo


[editar] Formato del Corán

El Corán consiste en 114 azoras (capítulos) compuestas a su vez por un total de 6.236 aleyas (versos) dejando por fuera 112 de los 113 bizmillas con que empiezan las azoras pues son idénticos ("En el nombre de Dios, el Compasivo y Misericordioso") y, por lo general, se dejan sin enumerar. De manera alternativa, se pueden incluir los bizmillas en el conteo de los versos, lo cual arroja un número de 6.348 aleyas. El número exacto de aleyas ha sido discutido, no por una disputa relativa al contenido del Corán sino debido a los métodos de conteo. Varios "musulmanes de El Corán original" han rechazado dos versos del Corán por considerarlos espurios y trabajan con la suma de 6.346). Por lo general, los musulmanes no se refieren a las azoras por sus números sino por un nombre derivado del texto de cada azora. Las azoras no están dispuestas en orden cronológico (en el orden en el que los estudiosos islámicos suponen que fueron reveladas) sino que están ordenadas según el tamaño, aunque no de manera exacta; también se cree que este método es de inspiración divina. Luego de una breve introducción, aparece en el Corán la azora más larga y el texto concluye con las más cortas. Se dice que hay aproximadamente 77.639 letras en el texto.



[editar] El Corán dividido para la lectura y la recitación

Además de la división en azoras —y muy independientes de esta—, existen varias formas de dividir el Corán en secciones de similar tamaño que facilitan la lectura, la recitación y la memoria. Las siete manzil (estaciones) y las treinta juz' (partes) se pueden usar para trabajar con todo el Corán durante una semana o un mes (un mandil o un juz' por día). Un juz' se puede dividir en dos ahzab (grupos), y cada ahzab se puede subdividir en cuatro cuartos. Una estructura diferente ofrece el ruku'at, en la cual aparecen unidades semánticas que se asemejan a párrafos y que se componen aproximadamente de diez aleyas.


Un hafiz es un hombre que ha memorizado todo el texto del Corán. Se cree que hay millones de ellos, desde niños hasta ancianos; muchos niños y adultos incluidos muchos que no pueden leer árabe, memorizan el Corán parcialmente o en su totalidad. Para realizar la salat (oración) se necesita memorizar el texto al menos de forma parcial.



[editar] El inicio de las azoras

Todos los capítulos, con excepción de uno, empiezan con las palabras Bismillah ir-Rahman ir-Rahim (escuchar), "En el nombre de Dios, el más Clemente, el más Misericordioso". Veintinueve azoras empiezan con letras tomadas de un subconjunto restringido del alfabeto árabe; así, por ejemplo, la azora Maryam empieza "Kaf. Ha. Ya. 'Ain. Sad. (Esta es) una canción de la Misericordia de vuestro Señor a Su sirviente Zakariya" (19:2).


Aunque ha habido alguna especulación sobre el significado de estas letras, el consenso de los eruditos musulmanes es que su sentido último está más allá de la capacidad de entendimiento humano. Sin embargo, se ha observado que, en cuatro de los 29 casos, estas letras aparecen seguidas casi inmediatamente por la mención misma de la revelación coránica. Los esfuerzos de los académicos occidentales han sido provisionales; una propuesta, por ejemplo, fue que se trataba de las iniciales o los monogramas de los escribas que originalmente escribieron las azoras.



[editar] El orden temporal de los versos coránicos

La creencia en el origen divino, directo e incorrupto del Corán es considerado fundamental por la mayoría de los musulmanes. Esto trae como consecuencia directa la creencia de que el texto no tiene errores ni inconsistencias.


"Este es el libro, de guía segura y el que no da lugar a ninguna duda, para aquellos que temen a Alá" (Azora al-Baqarah, versículo 2).

A pesar de esto, a veces ocurre que unos versos prohíben una práctica determinada mientras que otros la permiten. Esto es interpretado por los musulmanes a la luz de la cronología relativa de los versos: debido a que el Corán fue revelado durante el curso de 23 años, muchos de los versos fueron clarificados o relacionados (mansūkh) con otros versos. Los comentadores musulmanes explican esto afirmando que Mahoma fue dirigido de manera tal que pudiera liderar a un pequeño grupo de creyentes por el camino recto, en vez de revelarles de una sola vez el rigor total de la ley. Por ejemplo, la prohibición del alcohol fue llevada a cabo de forma gradual, no de inmediato. El verso más antiguo les dice a los creyentes “No se aproximen a las oraciones con una mente nublada, a menos que puedan entender todo lo que dicen” (4:43), se trata entonces de una prohibición de la ebriedad, pero no del consumo de alcohol: “Si piden consejo sobre el vino y el juego, diles: ‘Hay algún provecho en ellos para los hombres, pero el pecado es más grande que el provecho’” (2:219).


Finalmente, en algunos casos la mayoría de los académicos musulmanes aceptan la doctrina de la “abrogación” (naskh), según el cual los versos revelados más tarde a veces están por encima de los versos entregados anteriormente. Cuáles versos abrogan a cuáles otros, es una cuestión generadora de controversia.



[editar] El lenguaje del Corán

El Corán fue uno de los primero textos que se redactó en árabe. Se halla escrito en una forma temprana del árabe clásico que se conoce en español como árabe “coránico”. No hay muchos otros ejemplos de la lengua árabe de esta época (algunos especialistas consideran que las muy'allaqat u Odas suspendidas son ejemplos de árabe preislámico; otros consideran que fueron escritas antes de Mahoma. De cualquier manera, solo sobreviven cinco inscripciones en árabe preislámico.



2007-05-09 17:37:06

Signos y síntomas [editar]

• Dolor torácico repentino, intenso y prolongado que se percibe como una presión intensa, y que puede extenderse (irradiarse) a brazos y hombros sobre todo izquierdos, espalda, cuello e incluso los dientes y la mandíbula. Es lo que se.