Los primeros vestigios de asentamientos humanos han sido datados en la Edad de Hierro. Pero no sería hasta la dominación
romana y después con la árabe, cuando el lugar adquiere entidad como poblamiento estable. De los
romanos se han encontrado restos arqueológicos en una loma llamada "Las Peñas", y de los árabes ha quedado el nombre de "Medina". El documento más antiguo en el que aparece citada la población (como "Metina") es una carta de donaciones de 1107. En aquel tiempo ya era una
plaza privilegiada por su rapidísimo crecimiento tras la repoblación ordenada por Alfonso VI, y por su disposición defensiva (estaba entonces el
pueblo en la margen derecha del
río Zapardiel, en los mismos lugares donde hoy se alza el
Castillo). En 1258 Alfonso X confirma los fueros medinenses. Fernando IV convoca por primera vez las Cortes de Medina, que celebrarían sesiones a lo largo de los siglos XIV y XV. Desde entonces y hasta hoy, prácticamente todos los reyes o gobernantes españoles han pasado alguna vez por las
calles de la Villa.
En 1492, un incendio fortuito arrasó 260
edificios, y como consecuencia del hecho, nació la "Ordenanza de fuegos", de la Reina Católica. Veintiocho años después, en agosto de 1520, otro incendio, esta vez provocado por las tropas de Carlos I, redujo a cenizas más de 900
casas. El hecho, acaso el más heroico y luctuoso de su
historia, fue consecuencia de la resistencia que los vecinos opusieron al
ejército de Carlos I durante la Guerra de las Comunidades, cuando se negaron a entregar la artillería con la que los imperiales pretendían arrasar la ciudad de
Segovia.
Desde principios del siglo XVII y hasta la llegada del ferrocarril a mediados del XIX, la localidad va conociendo un lento languidecer. Sólo la imprenta medinense, acaso heredera de aquellos magníficos escribanos antiguos, mantiene en alto el buen nombre del lugar.
En su
escudo una leyenda: "Ni el rey ofició, ni el Papa benefició", hablan del orgullo y de la alcurnia de esta villa que tuvo siempre autonomía para nombrar a aquellos que debían desempeñar los cargos civiles, cargos que, eso sí, recaían siempre en los linajes de los cuatro caballeros que reconquistaron Medina.
Son famosos:
El medinense Gómez Pereira, auténtico precursor, según Menéndez Pelayo, de las ideas racionalistas de Descartes, con su obra "Antoniana Margarita".
Francisco Lobato, natural y vecino de la ciudad que, en el siglo XVI, recogió en su manuscrito diversas formas de construcción de
molinos, muchos de ellos desconocidos en su época. Hombres como Francisco del Canto, Pedro de Castro o Nicolás de Piamonte, que se encuentran entre los impresores más apreciados y conocidos de Europa.
Bernal Díaz del Castillo, que escribió la Historia de la Conquista de Nueva
España, y Gaspar Espinosa, fundador de
Panamá.
Pero, además, el nombre de Medina estará ya siempre unido a la Historia Universal del
Comercio. Muchos de los vocablos mercantiles en uso, se acuñaron bajo sus
soportales. Y el banco, la institución mercantil por antonomasia, toma su nombre de las bancas o tablas que utilizaban aquí los mercaderes para verificar sus operaciones. Del hecho de romperlas públicamente cuando el negociante faltaba a sus compromisos, deriva la palabra "quiebra" o "bancarrota".
MEDINA DEL CAMPO: v. con ayunt. y estafeta de
correos, cab. del part. jud. de su nombre en la prov., aud. terr., c. g. y dióc. de
Valladolid (8 leg.). SIT. en llano a la margen izq. del r. Zapardiel, y combatida principalmente por los vientos N. y S., las enfermedades más comunes son, rebeldes fiebres intermitentes, en el
verano y
otoño, debidas al estancamiento de las
aguas del r. que corre con demasiada lentitud y sobre un lecho cenagoso: cuenta la pobl. 740 CASAS, distribuidas en varias calles y una gran plaza soportalada, en medio de la que se halla una buena
fuente, que con otras 3 más, sit. en diferentes puntos, surten al vecindario, de exquisitas y abundantes aguas; hay
casa consistorial,
edificio sólido de
piedra de sillería, con dos
torreones; cárcel bastante segura;
escuela de instrucción primaria frecuentada por 150 alumnos, a cargo de un maestro dotado con 4,400 rs., otra de niñas cuya maestra percibe 1,500 rs.; un magnífico
hospital general titulado de Simón Ruiz, edificio grandioso con un frontis de 300 pies, un espacioso
claustro con dos galerías alta y baja, en las que se ven 72
arcos, hermosa
escalera,
salones de enfermería, corredores, habitaciones para el rector, botica,
iglesia,
huerta y cuantas dependencias son necesarias al establecimiento; en el que, a pesar de haberse disminuido sus pingües rentas, aún tiene disponibles 30 camas, y los enfermos son asistidos con el mayor esmero, bajo la dirección de un celoso rector; hay otro establecimiento de la misma clase, fundado por el Sr. Barrientos, muy bien situado y con las posibles comodidades: un bonito edificio para carnicerías que es un cuadrilongo con 8 arcos de frente; vestigios de varios
conventos y otros edificios antiguos, entre ellos una
puerta por la que se sale al
camino de Valladolid: una igl.
Colegiata (
San Antolín), y 6 parr. (San Facundo, San Miguel, Sta. Maria del Castillo, San Martin, Santiago), en la que se hallan los restos del marqués de la Ensenada, y últimamente la de
Santo Tomás; a la parte E. de la v., sobre una pequeña eminencia, se encuentra el célebre castillo llamado de la Mota, que aunque bastante destruido en muchas partes, aun ostenta su antigua solidez, con algunos trozos de la
muralla que le rodeaba, bajo la cual hay espaciosos subterráneos: fuera de la población, se ve un bonito cuartel de caballería, con cuantas oficinas y comodidades son necesarias; pero se halla en un estado tal de abandono, que no será extraño se vea pronto reducido a escombros; hállanse también varias arboledas que sirven de
paseos. -. Confina el TÉRM. N.
La Seca; E.
Pozaldez; S. Gómez-Navarro, y O. Villaverde; dentro de esta circunferencia se encuentran una
ermita (San Roque), el cas. titulado Casa blanca, con 3 vec, y unas salinas abandonadas.
-. El TERRENO fertilizado por el r. Zapardiel, cuyo paso facilitan dos
puentes de piedra, es llano en lo general, con algunas pequeñas cuestas, muy productivo y a propósito para cereales y viñedo; comprende un
monte pinar con su casa para el guarda, y varias deh. para pastar los
ganados de Huelga.
-. Atraviesan la pobl. las
carreteras de
Madrid a
la Coruña, y de
Burgos a
Salamanca, habiendo otros
caminos locales, todos en muy buen estado.
-. El
CORREO se recibe en la estafeta, miércoles, viernes y domingos, y sale jueves, sábados y lunes; para su servicio hay una parada de postas, y en este punto se hace la distribución de la correspondencia para Valladolid y
Galicia.
-. Las PRODUCCIONES consisten en trigo, cebada, algarroba, garbanzos y vino; se cría
ganado lanar, cabrío, mular y asnal; hay
caza de liebres, perdices y algunas aves frías, y el r. abunda en cangrejos.
-. INDUSTRIA.: la agrícola, dos molinos de chocolate,
fábricas de curtidos y de sombreros y algunos de los oficios y artes mecánicas más indispensables.
-. COMERCIO: exportación de cereales, y vino e importación de los art. que faltan, hay varios almacenes de trigo y muchas tendas al por mayor y menor, de géneros de algodón, sedas, sombreros, paños y otros art.; todos los miércoles y domingos se celebran
mercados, cuyo principal tráfico lo constituyen los cereales, llegando en algunos días a ingresar hasta 7,000 fan.; también se venden ropas, alfarería, loza fina, pescados, especias,
frutas y otros géneros. POBL., RIQUEZA y CONTR.: 730 vec, 2,760 alm. CAP. PROD.: 8.465,090 rs. IMP.: 846,944. CONTR.: 209,234 rs., 29 mrs. El PRESUPUESTO MUNICIPAL, 55,000 rs., se cubre con los fondos de propios y arbitrios.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid 1847.