EN LA CASTILLA SEDIENTA
Miro el paisaje sediento a la vez que solitario,
quizá tenga el sentimiento en las frases del calvario.
Rastrojos llenos de hormigas con sus surcos muy marcados,
campos donde las espigas sienten sus sueños truncados.
Es la Castilla sedienta llena de sudor y llanto,
donde la lluvia alimenta y a veces parece canto.
Laderas que piden riego, barbechos sin un mal árbol,
apenas si existe espliego, desierto parece el campo.
Esta Castilla me duele, me duele su desencanto,
dicen que hasta veces huele a sermones de algún santo.
Miro los campos desiertos apenas quedan lagartos,
y con los ojos abiertos me asusto de ver sus llantos.
Es la Castilla sedienta que pasa sus malos tragos,
aunque yo se que lo intenta que no se vuelvan amargos.
La tierra vive escribiendo y el hombre marcha a su lado,
los dos lo mismo sintiendo, los dos al tiempo llorando.
Esta Castilla sedienta que sabe de erial y estragos,
su dignidad no esta en venta ni le asustan los embargos.
Estos campos de Castilla al cielo piden amparo,
y confiando en su semilla temen este tiempo raro.
Clara tiene su conciencia en finales de verano,
donde existe penitencia para sembrar el temprano.
G X Cantalapiedra.
Miro el paisaje sediento a la vez que solitario,
quizá tenga el sentimiento en las frases del calvario.
Rastrojos llenos de hormigas con sus surcos muy marcados,
campos donde las espigas sienten sus sueños truncados.
Es la Castilla sedienta llena de sudor y llanto,
donde la lluvia alimenta y a veces parece canto.
Laderas que piden riego, barbechos sin un mal árbol,
apenas si existe espliego, desierto parece el campo.
Esta Castilla me duele, me duele su desencanto,
dicen que hasta veces huele a sermones de algún santo.
Miro los campos desiertos apenas quedan lagartos,
y con los ojos abiertos me asusto de ver sus llantos.
Es la Castilla sedienta que pasa sus malos tragos,
aunque yo se que lo intenta que no se vuelvan amargos.
La tierra vive escribiendo y el hombre marcha a su lado,
los dos lo mismo sintiendo, los dos al tiempo llorando.
Esta Castilla sedienta que sabe de erial y estragos,
su dignidad no esta en venta ni le asustan los embargos.
Estos campos de Castilla al cielo piden amparo,
y confiando en su semilla temen este tiempo raro.
Clara tiene su conciencia en finales de verano,
donde existe penitencia para sembrar el temprano.
G X Cantalapiedra.