ENTRE RASTROJOS SEDIENTOS
Ese sol de media tarde
que abrasa las rastrojeras,
parece que el viento arde
con polvo sobre las eras.
Esa Castilla sedienta
que mira sus campos secos,
con sus calores aumenta
sus palabras de lamentos.
Campos llenos de sudores
que conocen los barbechos,
en verano sus clamores
dejan los sueños desechos.
El calor deja los surcos
abrasados por su fuego,
no existen los negros trucos
ni pensar en el espliego.
Los rastrojos van marcando
las direcciones del viento,
los remolinos volando
invitan al sufrimiento.
Calores que van quemando
en absoluto silencio,
Castilla vive esperando
su caminar sin desprecio.
El polvo de los caminos,
los rastrojos con su fuego,
no son momentos divinos
al no conocer el riego.
Campos que marcan destinos
queriendo quitar complejos,
Castilla tiene los signos
de ver los rastrojos lejos.
Tierra que lleva consigo
sudores y sentimientos,
hay quien lo llama castigo
cuando vive sin alientos.
G X Cantalapiedra,
Ese sol de media tarde
que abrasa las rastrojeras,
parece que el viento arde
con polvo sobre las eras.
Esa Castilla sedienta
que mira sus campos secos,
con sus calores aumenta
sus palabras de lamentos.
Campos llenos de sudores
que conocen los barbechos,
en verano sus clamores
dejan los sueños desechos.
El calor deja los surcos
abrasados por su fuego,
no existen los negros trucos
ni pensar en el espliego.
Los rastrojos van marcando
las direcciones del viento,
los remolinos volando
invitan al sufrimiento.
Calores que van quemando
en absoluto silencio,
Castilla vive esperando
su caminar sin desprecio.
El polvo de los caminos,
los rastrojos con su fuego,
no son momentos divinos
al no conocer el riego.
Campos que marcan destinos
queriendo quitar complejos,
Castilla tiene los signos
de ver los rastrojos lejos.
Tierra que lleva consigo
sudores y sentimientos,
hay quien lo llama castigo
cuando vive sin alientos.
G X Cantalapiedra,