DESDE MEDINA DEL CAMPO
Medina, siempre Medina,
con su mercado famoso,
su Castillo en la colina
quiere sentirse orgulloso.
Medina de grandes rutas
entre sueños imperiales,
con sus leyes absolutas
y sus zonas comerciales.
Granero de buenos trigos
en sus llanuras inmensas,
Medina tuvo castigos
en sus épocas más tensas.
La colegiata le adorna
a la calle de Padilla,
y presiento que Medina
es corazón de Castilla.
La historia nunca se olvida
aunque se pasen los años,
no es una tierra perdida,
Medina sube peldaños.
En los llanos de Medina
el Zapardiel va sin prisa,
aunque a veces desafina
cuando se nota su brisa.
El Castillo de La Mota
es testigo del pasado,
algunas veces se nota
a su historia encadenado.
Tierras llanas de Medina
entre nieblas penitentes,
al mirarla se adivina
el carácter de sus gentes.
G X Cantalapiedra.
Medina, siempre Medina,
con su mercado famoso,
su Castillo en la colina
quiere sentirse orgulloso.
Medina de grandes rutas
entre sueños imperiales,
con sus leyes absolutas
y sus zonas comerciales.
Granero de buenos trigos
en sus llanuras inmensas,
Medina tuvo castigos
en sus épocas más tensas.
La colegiata le adorna
a la calle de Padilla,
y presiento que Medina
es corazón de Castilla.
La historia nunca se olvida
aunque se pasen los años,
no es una tierra perdida,
Medina sube peldaños.
En los llanos de Medina
el Zapardiel va sin prisa,
aunque a veces desafina
cuando se nota su brisa.
El Castillo de La Mota
es testigo del pasado,
algunas veces se nota
a su historia encadenado.
Tierras llanas de Medina
entre nieblas penitentes,
al mirarla se adivina
el carácter de sus gentes.
G X Cantalapiedra.