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MEDINA DEL CAMPO: SE FUE CAMINO DE NO SE DONDE...

SE FUE CAMINO DE NO SE DONDE
Era el año de 1964, aquel joven campesino, con tan solo mil pesetas de las de entonces, se decidió marcharse de su villa, para lograr abrirse camino no sé dónde, y se ve que poco a poco, se fue haciendo camino y dinero al tiempo, tuvo que pasar ciertas calamidades en trabajos duros y nocturnos, trabajando en una central lechera, hasta que allí mismo empezó siendo conductor de camiones, su vida fue dura, su dignidad entera, y no le faltaron amores, que incluso no acepto, al estar esperando una oportunidad, para poder buscarse de esposa, a una joven de su villa, con la que tenía alguna comunicación de tarde en tarde. Más el destino no le quiso ayudar en ese terreno, y termino viendo como aquella joven mujer se casó con otro. Su pensamiento voló, intento escribir su carta, para decirla lo mucho que la quería, y que soñaba con ella a diario, pero como diría un amigo suyo que era medio poeta, “La carta quedo sin señas sin destino ni valor, sus frases fueron las dueñas de la triste habitación. Carta cargada de penas, incluyendo la pasión, donde sufren las paredes mucha rara humillación”. Aquel joven fue adelante, pronto tuvo su camión, y se sintió muy constante encontrando un nuevo amor. Pero la vida le marca, cuando te da una lección, y en el presente te embarca entre tristeza y razón. Aquel hombre fue adelante, su economía triunfo, más nunca olvido aquel nombre que llevo en su corazón. La joven quizá no sepa como en la vida triunfo, y que por siempre fue dueña de un amor con evasión. La emigración de testigo, con su tremenda pasión, nunca sabrá el buen amigo que es amor y comprensión. Hay cartas que no salieron, hay fechas que dan dolor, muchas dudas ofrecieron al que por siempre emigro. Hay corazones temblando cuando sienten la pasión, y luego van despertando y hasta temen la prisión. El Duero sigue su cauce, siendo un Río de emoción, que nadie sueñe un enlace si deja desilusión. G X Cantalapiedra.