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MEDINA DEL CAMPO: VIENTOS ANTIGUOS DE CARNAVALES EN MI NIÑEZ...

VIENTOS ANTIGUOS DE CARNAVALES EN MI NIÑEZ
Todo quedaba perdido en aquellos años grises, Las gentes lo percibían al ocultar ciertos fines. El Entierro de la Sardina me causaba cierta risa, era todo prohibido hasta la misma sonrisa. Me dijeron de pequeño es pecado revestirse, y yo me sentí muy dueño de vivir mis ratos libres. Carnavales todo el año, de caminar sin ver fines, el tiempo dejó su daño en multitud de cofines. Como niños preguntamos donde se fue el Carnaval, y en casa me contestaron, no preguntes nunca más. Como si fueras culpable de marcar las prohibiciones, los niños nos preguntamos donde existen las razones. Todo sonaba ha pecado, todo lleno de maldades, más luego seguí creyendo en penosas falsedades. Vientos que fueron llegando con las nuevas creaciones, la vida vino cambiando, dejando sus ilusiones. Carnavales castellanos cargados de penitencia, fueron los sueños mundanos los que marcaron su ciencia. Mujeres llenas de vida que no le asusto nada, dijeron ver prohibidas a las rosas encantadas. Nos ha cambiado la vida, hoy son otros los colores, nadie quiere ver perdida la fe que levanta amores. Aquellos viejos refranes de bigotudos caciques, que dejaron sus desmanes con sufridas cicatrices. Que sigan las diversiones con sus bonitos matices, que no falten las razones ni sintamos más deslices. El carnaval de la vida no tiene ritmo de llanto, ni quiere bala perdida y menos el desencanto. Los sueños se van perdiendo con el paso de los años, pero vamos comprendiendo que nadie quisiera daños. La diversión por encima de cualquier momento extraño, sin subir a la colina donde nadie quiere engaño. G X Cantalapiedra.