Días atrás, con motivo de una visita rápida, visite “La Casona” como ahora se llama, pero para mí siempre será la casa donde vivieron toda la vida el sr. Felipe y Srª Perfecta. Cual no sería mi sorpresa cuando entré y no encontré aquel fabuloso patio con sus arcos, donde más de uno pasé la tarde haciendo labores de costura o comentado las incidencias que ocurrían por el pueblo. La verdad es una pena que solo haya quedado la fachada principal. ¿No hubiera sido mejor haberla tirado toda y haber hecho... Los vecinos de MONTEALEGRE y los visitantes bien nos merecemos un sitio como este donde poder hacer un alto en el camino.
No es un hotel de una estrella, al contrario, de cinco.