En esta toma fotográfica se puede contemplar el deterioro, el abandono y la lamentable situación en que se encuentra el tejadillo del
campanario, hundido y abandonado a su suerte. A quien corresponda corregir esta situación que "apeche" con ello. Con las
lluvias caídas recientemente y con las que caerán, si no se repone y se cubre pronto, después habrá que lamentar deterioros mayores, en el interior de la
Iglesia, donde "las
aguas seguirán haciendo de las suyas". ¡Qué pena!
Esperamos muchos, que Ramón, que es sensible ante estos hechos, "lo remedie".