BELEN SOBRE UNA PATERA.
Ni las luces que, al llegar La Navidad, iluminan las calles, escaparates, vias públicas y contagian de alegria el ambiente que se respira. Ni los disfraces de los niños, ni el Papá Noel, ni tan siquiera los Belenes de las Iglesias, me han llamado la atención; sin embargo, ha ocurrido un hecho, que ha sido comentado en el mundo entero, que ha llenado los telediarios y servicios informativos.
Lo más parecido, que he visto en estos dias a La Primera Navidad ha sido la noticia de la niña, que ha nacido en una patera, allá en alta mar.
Su madre, como en el Portal de Belén, dió a luz en el último rincón del mundo, en el rincon de una patera, en el lugar más pobre, que uno se pueda imaginar.
A José y a Maria les obligó el Emperador Augusto a ponerse en camino, a esta mujer subsahariana, de 28 años de edad, la han obligado a abandonar su casa, sus tierras, sus familias... el hambre, la miseria, la pobreza....
Yo me he preguntado: Qué lugar ocupamos nosotros en este nacimiento? Pienso que, en la mayoria de los casos, cerramos las puertas porque en nuestras casas no hay sitio para nadie más. Y seguimos sin creernos que la quinta parte de la Humanidad pasa hambre y nosotros seguimos celebrando la Navidad de espaldas a tanta miseria, a tantos empobrecidos.
Ahora que estamos sufriendo, (unos más que otros), en nuestras carnes los zarpazos de la crisis económica, debemos plantearnos ante el Tiberio de hoy (el consumo, las marcas de ropa, las multinacionales, la Banca) y ocupar otro lugar en esta Navidad del 2010, donde primen la Solidaridad y la Justicia.
¡Feliz Navidad! para esta niña y su mamá.
Ni las luces que, al llegar La Navidad, iluminan las calles, escaparates, vias públicas y contagian de alegria el ambiente que se respira. Ni los disfraces de los niños, ni el Papá Noel, ni tan siquiera los Belenes de las Iglesias, me han llamado la atención; sin embargo, ha ocurrido un hecho, que ha sido comentado en el mundo entero, que ha llenado los telediarios y servicios informativos.
Lo más parecido, que he visto en estos dias a La Primera Navidad ha sido la noticia de la niña, que ha nacido en una patera, allá en alta mar.
Su madre, como en el Portal de Belén, dió a luz en el último rincón del mundo, en el rincon de una patera, en el lugar más pobre, que uno se pueda imaginar.
A José y a Maria les obligó el Emperador Augusto a ponerse en camino, a esta mujer subsahariana, de 28 años de edad, la han obligado a abandonar su casa, sus tierras, sus familias... el hambre, la miseria, la pobreza....
Yo me he preguntado: Qué lugar ocupamos nosotros en este nacimiento? Pienso que, en la mayoria de los casos, cerramos las puertas porque en nuestras casas no hay sitio para nadie más. Y seguimos sin creernos que la quinta parte de la Humanidad pasa hambre y nosotros seguimos celebrando la Navidad de espaldas a tanta miseria, a tantos empobrecidos.
Ahora que estamos sufriendo, (unos más que otros), en nuestras carnes los zarpazos de la crisis económica, debemos plantearnos ante el Tiberio de hoy (el consumo, las marcas de ropa, las multinacionales, la Banca) y ocupar otro lugar en esta Navidad del 2010, donde primen la Solidaridad y la Justicia.
¡Feliz Navidad! para esta niña y su mamá.