Hola familia Pedrosina, los llamo así porque seguro algun parentesco va a surgir. Acá estoy con las partidas de nacimiento de mis abuelos Jacinto Petite y Petite (Dic. de 1899) y Baldomera Petite Galache (1902). Como se deduce ellos estaban casados y a su vez eran primos. El abuelo Jacinto era quien cuando yo era niña me prometía la luna... muy soñador. Viajó hacia Argentina a los 12 años, antes que lo hiciera mi abuela junto a su hermano Maxi (padre de Nylda) y su madre Clara Galache. Jacinto escribió algunas estrofas antes de partir, les trancribo algunos párrafos: "Oh! glorioso San Antón! hoy 17 de enero guardamé este caballito, que es del Sr. Lupicinño "el garbancero"... de ti me vengo a despedir, porque emigro de España, porque aquí no se puede vivir. Que desgraciada es España! por lo menos en estos tiempos, que tienen que emigrar, sus hijos por falta de sustento... (lo paradojal fue que luego emigraron nuestros hijos Argentinos a España! que mundo este!)
Se imaginan que mi abuelo era muy niño y mas que una poesía era un intento de hacer rima con las palabras que surgían de su dolor de partir y dejar su tierra Los dos me transmitieron mucho amor a Pedrosa del Rey, al llegar allá (año 2000) sentí algo muy profundo y lamenté no tenerlos vivos para regalarles ese puñadito de tierra que traje recordando a la abuelita quien soñó tanto! con tener en sus manos aquí en Argentina. Al menos pude visitarla y comprobar que era como ellos lo describían, gente amable y anfitriona, con alegría en sus rostros y familiaridad en el trato. Me hicieron sentir como si hubiese vivido siempre allí. Seguiré participando y les agradezco la oportunidad de conocer mas acerca de mis raíces.
Se imaginan que mi abuelo era muy niño y mas que una poesía era un intento de hacer rima con las palabras que surgían de su dolor de partir y dejar su tierra Los dos me transmitieron mucho amor a Pedrosa del Rey, al llegar allá (año 2000) sentí algo muy profundo y lamenté no tenerlos vivos para regalarles ese puñadito de tierra que traje recordando a la abuelita quien soñó tanto! con tener en sus manos aquí en Argentina. Al menos pude visitarla y comprobar que era como ellos lo describían, gente amable y anfitriona, con alegría en sus rostros y familiaridad en el trato. Me hicieron sentir como si hubiese vivido siempre allí. Seguiré participando y les agradezco la oportunidad de conocer mas acerca de mis raíces.