Gastronomía
“El pimiento ha de ser verde
los tomates colorados
la berenjena espinosa
y los amores callados”
Y en torno a la gastronomía campesina hay poesía, en vates de pueblo, como Santiago Somoza, que dice cosas como éstas, refiriéndose a las humildes sopas de ajo:
“Tentadoras y fieles compañeras
de tiempos de infortunio y de alegría,
de mesa proletaria y regalía,
de frutos de la huerta y de las eras.
Que tienen mucha miga, es cosa vera;
que son manjar picante, es cosa al día;
que templan las entrañas, no es porfía;
que limpian cuerpo y alma, no es quimera.
¡Cómo nos reconcilian con el mundo!
Las reinas de la mesa y la cocina,
sobrias y humildes hijas de esta tierra.
Su sabor vegetal, hondo, fecundo
es un fuego interior que nos anima
a preparar la paz y no la guerra.”
“El pimiento ha de ser verde
los tomates colorados
la berenjena espinosa
y los amores callados”
Y en torno a la gastronomía campesina hay poesía, en vates de pueblo, como Santiago Somoza, que dice cosas como éstas, refiriéndose a las humildes sopas de ajo:
“Tentadoras y fieles compañeras
de tiempos de infortunio y de alegría,
de mesa proletaria y regalía,
de frutos de la huerta y de las eras.
Que tienen mucha miga, es cosa vera;
que son manjar picante, es cosa al día;
que templan las entrañas, no es porfía;
que limpian cuerpo y alma, no es quimera.
¡Cómo nos reconcilian con el mundo!
Las reinas de la mesa y la cocina,
sobrias y humildes hijas de esta tierra.
Su sabor vegetal, hondo, fecundo
es un fuego interior que nos anima
a preparar la paz y no la guerra.”