La
ermita de
Molpeceres está dedicada a su patrón,
San Roque, y todos los
veranos, concretamente el 14 de agosto, se celebran las
fiestas dedicadas a él. Entre todos sacamos al
santo y luego se subasta los palos para volver a dejarlo en su
altar hasta el siguiente año. Son de las pocas fiestas que conservan su sentido original y están organizadas gracias al esfuerzo de los vecinos. Son muy recomendables.