para floro y mabita - de luis miguel, desde chinchón. y que sepáis lo mucho que os queremos, de toda la vida. cuando estuve, y os vi, aunque no llegué a ver a mabita, y floro nos llevó a casa de katy y a la iglesia y a su huertico desde el que se ve el duero. qué bien, y qué a gusto, y cuánto nos queremos. katy pasó ya a mejor vida. va ya para cuatro años que vivimos en chnchn, pues aquí casó ana cristina, nuestra hijica, que ha tenido ya a ana manuela. y tenemos también, de calitina y mathias, a hans, y otro en vías de desarrollo para marzo; y de miguel y seoung-hee, a álvaro y jimena, que dan todos gloria a dios. y cuanto quiere margarita-paca, mi madre, a los tíos porfiria y nicolás, y a petra y a maría, de siete iglesias de trabanco, y a mi tío santiago, y a guillermo y a maría, claro. todos tan buenos, tan acogedores. hablé más de una hora con la prima carmina méndez, algo que debería hacer con mayor frecuencia, y lo que pudimos reír recordando lo que no son recuerdos, sino vida y vida en abundancia, y cuando parece que ya no quedaban ni las brasas de ese cariño que no se puede borrar jamás de corazón. como cuando estuve en villalar de los comuneros con mi hijo jacinto, el bioquímico, y vimos a primo antonio cifuentes, y estuvimos por las casas de la abuela valentina cosío y del abuelo evencio vidal. la órdiga, en serio