He crecido entre
Valladolid y
san Miguel y lamentablemente el único sentimiento entrañable que recuerdo de este
pueblo es mi abuelo. Un hombre que nació en él, que adoraba su pueblo y a sus gentes. Un pueblo que para mí a desaparecido desde que el ya no está.
El era el pueblo. Era el alma del pueblo. El GUARDA, le daba vida, esa vida noble, humilde, familiar.... en
fiestas era el REY, se disfrazaba a sus 70 años, arreglaba su tractor y su
carro y se paseaba para ir a pedir la rosquilla. A bailon
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