Desde el S. XVII la gente acudía a las charcas naturales de la zona para calmar sus dolores con las sales de estas aguas, pero no fue hasta 1891 cuando se inauguró un pequeño hotel con casa de baños acondicionado para el disfrute. Lamentablemente, durante la Guerra Civil el edificio pasó a ejercer de hospital, y hasta 1996 no retomó su actividad como balneario. Dispone de numerosos servicios, entre los que destacamos la gran variedad de masajes, que es recomendable contratar en el propio hotel.