EN RUEDA QUEDÓ MI HERMANA
Con los ojos temblorosos
despedimos a mi hermana,
fueron tiempos horrorosos
en aquella historia humana.
Las lágrimas que flotaban
nos dejaron sufrimiento,
en su caminar llevaban
palabras de sentimiento.
Cuando se te va una hermana
sin apenas despedirte,
sientes la vida más vana
y puedes más bien herirte.
Han pasado varios años
de aquella penosa etapa,
más recordamos los daños
que la muerte nos destapa.
La muerte deja pesares
que la conciencia presiente,
a veces marca lugares
con su signo penitente.
En Rueda quedó mi hermana
con la familia presente,
fue sencilla y castellana
en aquel su buen ambiente.
Los sentimientos afloran
entre palabras dolientes,
con llantos que no decoran
a familiares ausentes.
Cuando se acaba la vida
entre las frases cristianas,
temes sufrir esa herida
que dan las frías mañanas.
En Rueda sigue mi hermana
entre cipreses llorosos,
existe memoria sana
de momentos dolorosos.
G X Cantalapiedra.
Con los ojos temblorosos
despedimos a mi hermana,
fueron tiempos horrorosos
en aquella historia humana.
Las lágrimas que flotaban
nos dejaron sufrimiento,
en su caminar llevaban
palabras de sentimiento.
Cuando se te va una hermana
sin apenas despedirte,
sientes la vida más vana
y puedes más bien herirte.
Han pasado varios años
de aquella penosa etapa,
más recordamos los daños
que la muerte nos destapa.
La muerte deja pesares
que la conciencia presiente,
a veces marca lugares
con su signo penitente.
En Rueda quedó mi hermana
con la familia presente,
fue sencilla y castellana
en aquel su buen ambiente.
Los sentimientos afloran
entre palabras dolientes,
con llantos que no decoran
a familiares ausentes.
Cuando se acaba la vida
entre las frases cristianas,
temes sufrir esa herida
que dan las frías mañanas.
En Rueda sigue mi hermana
entre cipreses llorosos,
existe memoria sana
de momentos dolorosos.
G X Cantalapiedra.