Recuerdo cuando se hundieron los
tejados de la
iglesia de
san Martín, acabamos de salir de la iglesia mi primo y yo cuando sentimos un gran estruendo, y una señora mayor corriendo por la
calle decía " Se está hundiendo la Iglesia "fue un gran susto, aunque ya estábamos fuera del alcance.
Sucedió que fuimos a buscar a mi tío, el padre de mi primo, era el que daba cuerda al
reloj, y subimos hasta el cuarto de maquinarias, y por cierto se había marchado ya, si que sentimos algunos ruidos raros, como
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