El firmante de la historia "que al monte no irá pero me cascará las raices en casa o como vulgarmente se decía en el argot del pueblo me la tiene que cascar "es..........".
Parece que aun queda gente con prejuicios ante la vida lenguage y costumbres de su pueblo, de su pasado, incluso también puede alguien sentirse ofendido si manifiesto que hasta después del año 1960 casi 70 no había agua corriente en el pueblo se hacían las necesidades en el corral, quien no tenía corral en las eras, dudo si será bueno no querer hablar de lo que fue nuestra realidad nuestro idioma del pasado, nuestra capacidad cultural.
Por otra parte, tampoco me creo responsable de aquello que en nuestra infancia por anteriores dirigentes y formadores de una sociedad nos tocó vivir.
No obstante en parte sí me siento responsable de los defectos que desde mí punto de vista y para mí veo a la sociedad actual, puesto que, ahora que despues de varios años de poder estar en la brecha por mi edad, aun continuo observando grandes errores, malformaciones vicios de la sociedad, que he luchado por convencer y combatir pero que no lo he conseguido, ahí si me siento responsable.
Nunca he pensado que solo estamos en la vida o en el planeta tierra para sacar más para comer, más para los nuestros, creo que cualquier humano, puede pensar en un reparto más equitativo de la riqueza, intentar eliminar el hambre en el mundo (quizá imposible). y un largo etc. No ha sido mi ánimo ofender a nadie cuando he plasmado una realidad de lo que fue una historia de San Román de hace cincuenta años como tal me ratifico y firmo el anterior escrito admitiendo como Laureano Herrero las críticas de alguien anónimo.
La iglesia católica siempre tuvo el sexto mandamiento como un gran pecado.
Admito que los creyentes comulguen con ello.
Parece que aun queda gente con prejuicios ante la vida lenguage y costumbres de su pueblo, de su pasado, incluso también puede alguien sentirse ofendido si manifiesto que hasta después del año 1960 casi 70 no había agua corriente en el pueblo se hacían las necesidades en el corral, quien no tenía corral en las eras, dudo si será bueno no querer hablar de lo que fue nuestra realidad nuestro idioma del pasado, nuestra capacidad cultural.
Por otra parte, tampoco me creo responsable de aquello que en nuestra infancia por anteriores dirigentes y formadores de una sociedad nos tocó vivir.
No obstante en parte sí me siento responsable de los defectos que desde mí punto de vista y para mí veo a la sociedad actual, puesto que, ahora que despues de varios años de poder estar en la brecha por mi edad, aun continuo observando grandes errores, malformaciones vicios de la sociedad, que he luchado por convencer y combatir pero que no lo he conseguido, ahí si me siento responsable.
Nunca he pensado que solo estamos en la vida o en el planeta tierra para sacar más para comer, más para los nuestros, creo que cualquier humano, puede pensar en un reparto más equitativo de la riqueza, intentar eliminar el hambre en el mundo (quizá imposible). y un largo etc. No ha sido mi ánimo ofender a nadie cuando he plasmado una realidad de lo que fue una historia de San Román de hace cincuenta años como tal me ratifico y firmo el anterior escrito admitiendo como Laureano Herrero las críticas de alguien anónimo.
La iglesia católica siempre tuvo el sexto mandamiento como un gran pecado.
Admito que los creyentes comulguen con ello.