Hace 25 ó 30 años, casi todos los años, se abria la veda de caza el día 12 de octubre. Motivo suficiente, para que la noche del 11 (víspera) fuera uno de esos días, de reencuentro obligado, para los cazadores residentes en San Román; y llegados desde las vascongadas, Madrid, valladolid, etc.
Un gran ambiente se adueñaba de los bares, donde después del correspondiente saludo, se intentaba sonsacar al amigo por donde pensaba cazar, siempre podía venir bien, en el supuesto que el amiguete no mintiera, lo cual en el ambiente de la caza, solía ser muy frecuente.
Pasados esos prolegómenos, se solían gastar bromas, entre otras, alguna pieza liebre o perdiz que a alguno, saliéndole a tiro, se le había ido enseñando el rabo, después de hacerle gastar dos tiros
En ese momento; aquel que había fallado trataba de defenderse"me pilló descuidado quedé el tiro trasero".
En una de esas, escuché la siguiente frase, a un cazador en aquél momento algo entrado en años. Tal y como te salió la liebre, más bien cerca y atravesada, calculas," perro y medio por delante"y no fallas nunca.
Saludos
Laureano Herrero Lorenzo.
Un gran ambiente se adueñaba de los bares, donde después del correspondiente saludo, se intentaba sonsacar al amigo por donde pensaba cazar, siempre podía venir bien, en el supuesto que el amiguete no mintiera, lo cual en el ambiente de la caza, solía ser muy frecuente.
Pasados esos prolegómenos, se solían gastar bromas, entre otras, alguna pieza liebre o perdiz que a alguno, saliéndole a tiro, se le había ido enseñando el rabo, después de hacerle gastar dos tiros
En ese momento; aquel que había fallado trataba de defenderse"me pilló descuidado quedé el tiro trasero".
En una de esas, escuché la siguiente frase, a un cazador en aquél momento algo entrado en años. Tal y como te salió la liebre, más bien cerca y atravesada, calculas," perro y medio por delante"y no fallas nunca.
Saludos
Laureano Herrero Lorenzo.