De acuerdo con el fondo del copago de medicinas en España, no de acuerdo con la forma de un copago, para nada equitativo ni respetuoso con la pensión de los jubilados.
Circunstancias casuales caprichosas de la vida han querido situar a cada pensionista o jubilado en una escala diferente, hasta el punto que dudo que existan dos pensiones que comenzaran en la misma fecha, con el mismo nivel económico y que pasados años continuen exactamente igual. Lo cual en principio sería un laberinto poco menos que imposible aplicar un justiprecio aceptable para cada uno.
No obstante, desde mi forma de ver las cosas si se podrían haber trazado tres, cuatro o cinco pasillos con distintos colores de tarjetas sanitarias y
en base a esos colores aplicar el porcentaje de copago, supongamos:
Partiendo de las no contributivas hasta mil Euros un porcentaje a pagar; desde mil hasta quizá mil quinientos otro copago superior; entre mil quinientos hasta dos mil otra u otras dos subidas hasta llegar al final del tramo de quien más perciba como jubilado.
No siempre ha sido el ánimo del contribuyente pagar menos por capricho, en algunas ocasiones la empresa o la patronal no quiso cotizar o no podía o aun no estaba la S. S. arraigada.
Puede que haga unos cuarenta años que los trabajadores del Servicio Nacional del Trigo, ganaron un juicio a su empresa donde trabajaban y en aquel juicio consiguieron que esta empresa estatal comenzara a legalizar la situación de aquellos currantes. Por consiguiente en aquel caso no era el ánimo de los trabajadores el no querer cotizar, hay muchos más casos parecidos, por otro lado creo que hay un principio que siempre acepto como normal y básico; que pague algo más quien más tenga.
un saludo de Laureano.
Circunstancias casuales caprichosas de la vida han querido situar a cada pensionista o jubilado en una escala diferente, hasta el punto que dudo que existan dos pensiones que comenzaran en la misma fecha, con el mismo nivel económico y que pasados años continuen exactamente igual. Lo cual en principio sería un laberinto poco menos que imposible aplicar un justiprecio aceptable para cada uno.
No obstante, desde mi forma de ver las cosas si se podrían haber trazado tres, cuatro o cinco pasillos con distintos colores de tarjetas sanitarias y
en base a esos colores aplicar el porcentaje de copago, supongamos:
Partiendo de las no contributivas hasta mil Euros un porcentaje a pagar; desde mil hasta quizá mil quinientos otro copago superior; entre mil quinientos hasta dos mil otra u otras dos subidas hasta llegar al final del tramo de quien más perciba como jubilado.
No siempre ha sido el ánimo del contribuyente pagar menos por capricho, en algunas ocasiones la empresa o la patronal no quiso cotizar o no podía o aun no estaba la S. S. arraigada.
Puede que haga unos cuarenta años que los trabajadores del Servicio Nacional del Trigo, ganaron un juicio a su empresa donde trabajaban y en aquel juicio consiguieron que esta empresa estatal comenzara a legalizar la situación de aquellos currantes. Por consiguiente en aquel caso no era el ánimo de los trabajadores el no querer cotizar, hay muchos más casos parecidos, por otro lado creo que hay un principio que siempre acepto como normal y básico; que pague algo más quien más tenga.
un saludo de Laureano.