Ayer mantuve una conversación por teléfono, con un ganadero de la provincia de Zamora. El cual, ha sido cliente mío de alfalfa empacada, hasta hace no mucho tiempo.
Entresaco un trozo de algunas frases que en esa conversación me dijo." Sabes como yo, Laureano, que empacar alfalfa o forraje en buenas condiciones es muy difícil; el otro día ardió una nave a cuarenta kilómetros de aquí, en la que días antes habían almacenado 700 paquetes de forraje, en su interior. Suerte que fue de día, vieron que ardía y pudieron salvar los tractores. También he oído que ha ardido otra más lejos, no sé donde, bueno, ya sabes que todos años se quema alguna nave". (El motivo, suele ser que varios paquetes de alfalfa, que por exceso de humedad se almacenen calientes, pueden prender una nave).
Hago mención a estas frases, que quizá a bastantes entrantes les suenen extrañas, pero son realidad.
Cuando empezó el formato de paca grande (alfalfa o forraje 300-400 kilos), todos los profesionales se equiparon de un pincho sonda, que al clavar en varios puntos en el paquete ya hecho, te dice si está apto, o no, para el consumo del ganado, pero en múltiples ocasiones, el empacado a todos nos ha jugado una mala pasada. Ya que, es muy difícil calcular el punto óptimo de las pacas.
Es importante señalar, que lo que se está empacando tiene un tiempo muy limitado para hacerlo bien. En este tiempo intervienen varios factores que están cambiando constantemente, temperatura, humedad, viento, en el momento o día que se hace, también influyen las condiciones que había el día anterior cuando se hicieron las hileras o maraños.
Puede ser frecuente escuchar: "no pude empezar a empacar hasta la una de la mañana, a las dos y veinte empezó a caer la marea, tuve que dejar de empacar se empapaban las ruedas del tractor". Se suele empacar durante unas horas del día, y durante unas horas de la noche.
Así es un parte de la vida de los agricultores, y de algunos ganaderos.
Desde San Román de Hornija, Un saludo a todos entrantes: Laureano.
Entresaco un trozo de algunas frases que en esa conversación me dijo." Sabes como yo, Laureano, que empacar alfalfa o forraje en buenas condiciones es muy difícil; el otro día ardió una nave a cuarenta kilómetros de aquí, en la que días antes habían almacenado 700 paquetes de forraje, en su interior. Suerte que fue de día, vieron que ardía y pudieron salvar los tractores. También he oído que ha ardido otra más lejos, no sé donde, bueno, ya sabes que todos años se quema alguna nave". (El motivo, suele ser que varios paquetes de alfalfa, que por exceso de humedad se almacenen calientes, pueden prender una nave).
Hago mención a estas frases, que quizá a bastantes entrantes les suenen extrañas, pero son realidad.
Cuando empezó el formato de paca grande (alfalfa o forraje 300-400 kilos), todos los profesionales se equiparon de un pincho sonda, que al clavar en varios puntos en el paquete ya hecho, te dice si está apto, o no, para el consumo del ganado, pero en múltiples ocasiones, el empacado a todos nos ha jugado una mala pasada. Ya que, es muy difícil calcular el punto óptimo de las pacas.
Es importante señalar, que lo que se está empacando tiene un tiempo muy limitado para hacerlo bien. En este tiempo intervienen varios factores que están cambiando constantemente, temperatura, humedad, viento, en el momento o día que se hace, también influyen las condiciones que había el día anterior cuando se hicieron las hileras o maraños.
Puede ser frecuente escuchar: "no pude empezar a empacar hasta la una de la mañana, a las dos y veinte empezó a caer la marea, tuve que dejar de empacar se empapaban las ruedas del tractor". Se suele empacar durante unas horas del día, y durante unas horas de la noche.
Así es un parte de la vida de los agricultores, y de algunos ganaderos.
Desde San Román de Hornija, Un saludo a todos entrantes: Laureano.