Hace unos días, mi amigo Andrés Prieto, me hizo un comentario acerca de este escrito que hice como final del uso de las paneras pertenecientes al monasterio de San Román de Hornija.
En aquel comentario, yo le pregunté a Andrés (Nacido en el año 1.948 como yo). ¿Andrés, aunque tú te fuiste para la Granja de Florencia con 8 ó 9 años recordarás la recogida de trigo en las paneras?.
Respuesta.- Recuerdo las colas con los carros cargados, además te voy a comentar una anécdota que jamás se me olvidará, subía con las mulas y el carro cargado de costales de trigo Lázaro Gil, al golpeo del carro con las piedras del firme de la calle se le cayó un costal, por cierto no reventó, mandó parar las mulas y sin ayuda de nadie se echó el costal al hombro para después, remontarle encima de aquella carga mantenida en el carro. Me quedé asombrado.
Continuamos el comentario diciendo, los sacos o costales se solían poner todos iguales de peso, podía ser fanega y media=65 kilos, o dos fanegas 87 kilos, más o menos.
Desde estas líneas un saludo para Andrés Prieto, hoy residente en Zamora, extensible a todos lo entrantes. Y un hasta siempre al fallecido, Lázaro Gil.
Laureano.
En aquel comentario, yo le pregunté a Andrés (Nacido en el año 1.948 como yo). ¿Andrés, aunque tú te fuiste para la Granja de Florencia con 8 ó 9 años recordarás la recogida de trigo en las paneras?.
Respuesta.- Recuerdo las colas con los carros cargados, además te voy a comentar una anécdota que jamás se me olvidará, subía con las mulas y el carro cargado de costales de trigo Lázaro Gil, al golpeo del carro con las piedras del firme de la calle se le cayó un costal, por cierto no reventó, mandó parar las mulas y sin ayuda de nadie se echó el costal al hombro para después, remontarle encima de aquella carga mantenida en el carro. Me quedé asombrado.
Continuamos el comentario diciendo, los sacos o costales se solían poner todos iguales de peso, podía ser fanega y media=65 kilos, o dos fanegas 87 kilos, más o menos.
Desde estas líneas un saludo para Andrés Prieto, hoy residente en Zamora, extensible a todos lo entrantes. Y un hasta siempre al fallecido, Lázaro Gil.
Laureano.