El 9 de mayo en
Santa Eufemia se celebra la festividad de su patrón:
San Gregorio. Los festejos comienzan con la misa en honor del
Santo, a la que le sigue una
procesión muy peculiar y que constituye uno de los mayores encantos de este día: se lleva a San Gregorio en procesión hasta el
campo y allí se le canta su salve implorándole protección y cosechas propicias; a continuación, se deja al Santo a un lado y todo el
pueblo disfruta de dulces típicos de la zona y huevos duros (tradicionalmente, cada persona o
familia lleva su cesta de mimbre con sus huevos y dulces, aunque después se compartan con los demás) Tras un buen rato de distensión y charlas, se recoge de nuevo al santo y la procesión camina de regreso a la
iglesia. Esos días lo típico es organizar meriendas campestres por las tardes, si el tiempo lo permite, claro... aunque últimamente, algunas personas prefieren la comodidad de las peñas y están olvidando las verdaderas
costumbres de este festejo relacionado plenamente con el campo. Por la
noche se cierran las celebraciones con una verbena que invita a esta celebración cantando y
bailando.