Es un
pueblo maravilloso, me siento de allí. Aunque ha cambiado mucho
Me acuerdo del
pinar de la
estacion ahora totalmente cambiado, del jefe de la estacion, donde ibamos a ponernos sellos de entrada y salida de correspondencia y a jugar con unas linternas grandisimas que tenian unos discos de colr verde rojo y amarillo
De la tejera con servando quitando las tejas corriendo cuando empezaba a
llover y las palizas que le dabamos desde primera hora de la mañana pidiendole barro que sobraba. Del
paseo ... (ver texto completo)