Tiedras es una caja de sorpresas. Tal vez la sorpresa del viajero sea grande cuando se acerca a sus muros y contempla los restos de un pasado de esplendor, o cuando se deja herir íntimamente por los atardeceres arrebolados en que se convierten el paisaje y sus cielos; pero aquella sorpresa aumenta cuando se descubre la documentación que su historia y sus personajes han generado, particularmente en los llamados siglos de la Edad Media. La descubri este verano anomaros.