TORDESILLAS Y LA HISTORIA DEL “RONJOLILLA”
En sus manos campesinas
una fuerza sorprendente,
talando pinos y encinas
en aquel rural ambiente.
Ronjolilla fue pensando
mucho tiempo en Tordesillas,
su lanza la fue marcando
en las fechas más sencillas.
Con su burro fue trotando
de La Seca a Tordesillas,
y al Duero le fue mirando
al ver en él maravillas.
Aquella fuerza de obrero
la demostraba enseguida,
en su mundo aventurero
tuvo su fecha elegida.
Una hazaña le impedía
poder seguir caminando,
su nombre no se escribía
y de vuelta fue trotando.
Su fama de ser forzudo
la demostró cada día,
en su sentir tan agudo
tuvo ratos de porfía.
En aquel Puente Romano
Ronjolilla dejó huellas,
con una lanza en su mano
quiso hacer sus fuerzas bellas.
El siglo veinte marcaba
emigraciones forzosas,
y a Baracaldo marchaba
entre frases tormentosas.
El viento viene borrando
los caminos sin estrellas,
quizá le vieron llorando
sobre las tierras aquellas.
G X Cantalapiedra.
En sus manos campesinas
una fuerza sorprendente,
talando pinos y encinas
en aquel rural ambiente.
Ronjolilla fue pensando
mucho tiempo en Tordesillas,
su lanza la fue marcando
en las fechas más sencillas.
Con su burro fue trotando
de La Seca a Tordesillas,
y al Duero le fue mirando
al ver en él maravillas.
Aquella fuerza de obrero
la demostraba enseguida,
en su mundo aventurero
tuvo su fecha elegida.
Una hazaña le impedía
poder seguir caminando,
su nombre no se escribía
y de vuelta fue trotando.
Su fama de ser forzudo
la demostró cada día,
en su sentir tan agudo
tuvo ratos de porfía.
En aquel Puente Romano
Ronjolilla dejó huellas,
con una lanza en su mano
quiso hacer sus fuerzas bellas.
El siglo veinte marcaba
emigraciones forzosas,
y a Baracaldo marchaba
entre frases tormentosas.
El viento viene borrando
los caminos sin estrellas,
quizá le vieron llorando
sobre las tierras aquellas.
G X Cantalapiedra.