-. No hay dificultad en que una c. de la región dé los vacceos como lo era Acontia, tuviese un nombre céltico, cuando los orígenes célticos se descubren hasta el cabo Cunco en los Algarves (Portugal), ni la hay en que esta c. estuviese en Tordesillas. Tampoco la hay en que los latinos sustituyesen al nombre primitivo Acontia el propio de su idioma Tela, desde que la mencionó Estrabon hasta que se hizo el itinerario de donde la tomó Ptolomeo: pudo conservarse la ant. razón denominante de la c. y explicarla los latinos con un nombre nuevo, aunque no conociesen el significado del anterior, y mejor tal vez en este caso: la c. Tela de Ptolomeo, mansión del Itinerario Romano, en ninguna parte está mejor colocada que en Tordesillas con la ant. Acontia, que según Estrabon tenía un puente sobre el Duero ¿Conservará aun memorias de aquel el que hoy tiene Tordesillas, que Cortés dice ser el mismo? No es reconocido al menos por de fábrica romana; y el principal inconveniente para determinar con toda seguridad estas reducciones, es el no conocerse en esta v. monumentos romanos. Su nombre actual, para nosotros no data más allá de la dominación de los árabes, y si no admitimos la etimología expuesta por el Sr. Cortés, cuya opinión nos es siempre tan respetable, ¿qué mérito haremos de la Turris Syllana, del Ager Sellanus, o de la ridícula Torre de las sillas, que hallamos en otros escritores? Sabiendo que entre las innumerables tribus de allende el Estrecho, agolpadas al afán de la conquista de España en el siglo VIII se contaron numerosísimos Shilahes, quienes tuvieron por tanto tiempo muchos y grandes establecimientos en la Península, ¿no es más natural y verosímil el concepto de que Tordesillas de Thor-Shilah vale tanto como fortaleza de los Shilahes? ¿No pudo ser esta pobl. un asiento de aquellos? ¿No pudo dársele por ello el nombre sin consideración alguna á los que hubiese tenido anteriormente? Por lo menos nosotros creemos que esto es lo más probable, como resultado de la concurrencia de dos circunstancias constantes; siendo innegable que la voz Thor expresa fortaleza, que se avecindaron Shilahes en España, y que sin haber sonado antes Tordesillas, vino después a ser conocida. Destruida la pobl. Shijlah por los avances del poder cristiano, organizado en el N. de la Península, que pararon en despoblar todas estas regiones, cuando se planteó la restauración por Alfonso VI; habiéndolos afianzado en su corona con la conquista de Toledo, los repobladores de Tordesillas debieron reedificarla con el mismo nombre bajo la adulteración corriente en aquellos tiempos: es esto tanto más natural cuanto es también innegable que la lengua de lor Shilahes ha dejado numerosísimas memorias en la nuestra.
-. No puede puntualizarse la restauración de esta v. por carecerse de testimonios fidedignos sobre ello, como quiera, al verificarse su repoblación quedó ceñida de buenos muros, y con el tiempo vino a ser de grande importancia y muy apreciada de los reyes.
-. En 1180 se avistaron en ella D. Fernando de León y Don Alonso de Castilla y ajustaron las diferencias que tenían entre sí.
-. Más tarde acreciendo su consideración, paró en ser muy frecuentemente residencia de sus monarcas.
-. En 1354 lo era de la reina madre. El rey D. Pedro vino a la misma con este motivo, y los grandes le estrecharon mucho para que extrañase del reino a Doña María de Padilla y apartase de sí y del gobierno a sus parientes. La reina de Aragón Doña Leonor llevó esta embajada; pero nada consiguió si no fue sortear los peligros propios del enojo de aquel soberano, que con su madre se fue hacia Valladolid. La Padilla dio a luz al año siguiente en esta pobl. la hija tercera, que fue Doña Isabel. En 1356 volvió D. Pedro, e hizo matar aquí a dos escuderos de D. Fadrique. En 1359 la Padilla dio también a luz en esta pobl. a su hijo D. Alonso: D. Pedro acudió a verle. En 1384 fue el punto de destierro determinado por D. Juan I para la reina Doña Leonor, que murió en ella. En marzo de 1401 D. Enrique III juntó Cortes en esta v. y se hicieron buenas leyes sobre 17 peticiones que presentaron los diputados. En principios de 1420 llegó Don Juan II y en 14 de julio D. Enrique, maestre de Santiago; entrando con 300 lanzas se apodero aquí de la persona del rey y de los asuntos del Estado.
-. En 1430 fue la prisión de la reina de Aragón Doña Leonor, encerrada para que no pudiese auxiliar a sus hijos; mas a poco se le volvió la libertad, con los castillos que le habían quitado; habiendo prometido ella no tomar parte en la guerra. En el reinado de D. Juan II suena a cada paso. En 1439 conferenciaron en ella este rey y su hijo el infante D. Enrique sobre las diferencias que agitaban el Estado. Cuando D. Enrique fue inducido en los intereses del de Luna por el ob. Barrientos (1443), se hallaba en esta v. y salió para Segovia. En 11 de mayo de 1448 tuvieron nuevas vistas el rey y el príncipe cerca de esta pobl., y convinieron como medio de atajar las conjuraciones de los grandes, la prisión de muchos de ellos en un dia señalado, y el modo de efectuar esto. En 1453 estaba aqui D. Alvaro, y recibió á los reyes con grandes fiestas; en 15 de noviembre dio a luz la reina al infante D. Alonso, que murió de poca edad. D. Juan salió con D. Alvaro para Valladolid. En 1465, marchando Enrique IV contra aquella c., ocurrió cerca de Tordesillas un encuentro con una fuerza de los conjurados y fue herido y preso el capitán Juan Carrillo, que, estando para espirar, avisó al rey, en conferencia privada, de cierto tratado dirigido á matarle, con los nombres de los comprometidos: honra mucho a la memoria de aquel monarca que nada hiciese contra los indicados por Carrillo, desconfiando del aviso.
- En 1466, renovó en esta v. el tribunal de la Santa Hermandad. En 1474, oprimido el vecindario por Pedro Mendabia, alcaide de Castro Ñuño, que con una compañía de salteadores fatigaba el pais, llamo en su auxilio al príncipe D. Fernando. Desconfiando el Mendabia de los naturales, al presentarse D. Femando en las cercanías, se salió dejando encargada la defensa a personas de su fe. Estas se vieron pronto obligadas a retirarse en la fortaleza que habia hecho sobre la puerta del Mercado. D. Fernando ocupó la v. sin resistencia el 21 y aquella fortaleza, acometida a las 4 de la tarde del 22, se rindió á partido 3 horas después, habiendo hecho muy valerosa defensa: otra fortaleza que habia sobre el puente, aunque estaba este cortado por dos partes, no resistió tanto.
-. No puede puntualizarse la restauración de esta v. por carecerse de testimonios fidedignos sobre ello, como quiera, al verificarse su repoblación quedó ceñida de buenos muros, y con el tiempo vino a ser de grande importancia y muy apreciada de los reyes.
-. En 1180 se avistaron en ella D. Fernando de León y Don Alonso de Castilla y ajustaron las diferencias que tenían entre sí.
-. Más tarde acreciendo su consideración, paró en ser muy frecuentemente residencia de sus monarcas.
-. En 1354 lo era de la reina madre. El rey D. Pedro vino a la misma con este motivo, y los grandes le estrecharon mucho para que extrañase del reino a Doña María de Padilla y apartase de sí y del gobierno a sus parientes. La reina de Aragón Doña Leonor llevó esta embajada; pero nada consiguió si no fue sortear los peligros propios del enojo de aquel soberano, que con su madre se fue hacia Valladolid. La Padilla dio a luz al año siguiente en esta pobl. la hija tercera, que fue Doña Isabel. En 1356 volvió D. Pedro, e hizo matar aquí a dos escuderos de D. Fadrique. En 1359 la Padilla dio también a luz en esta pobl. a su hijo D. Alonso: D. Pedro acudió a verle. En 1384 fue el punto de destierro determinado por D. Juan I para la reina Doña Leonor, que murió en ella. En marzo de 1401 D. Enrique III juntó Cortes en esta v. y se hicieron buenas leyes sobre 17 peticiones que presentaron los diputados. En principios de 1420 llegó Don Juan II y en 14 de julio D. Enrique, maestre de Santiago; entrando con 300 lanzas se apodero aquí de la persona del rey y de los asuntos del Estado.
-. En 1430 fue la prisión de la reina de Aragón Doña Leonor, encerrada para que no pudiese auxiliar a sus hijos; mas a poco se le volvió la libertad, con los castillos que le habían quitado; habiendo prometido ella no tomar parte en la guerra. En el reinado de D. Juan II suena a cada paso. En 1439 conferenciaron en ella este rey y su hijo el infante D. Enrique sobre las diferencias que agitaban el Estado. Cuando D. Enrique fue inducido en los intereses del de Luna por el ob. Barrientos (1443), se hallaba en esta v. y salió para Segovia. En 11 de mayo de 1448 tuvieron nuevas vistas el rey y el príncipe cerca de esta pobl., y convinieron como medio de atajar las conjuraciones de los grandes, la prisión de muchos de ellos en un dia señalado, y el modo de efectuar esto. En 1453 estaba aqui D. Alvaro, y recibió á los reyes con grandes fiestas; en 15 de noviembre dio a luz la reina al infante D. Alonso, que murió de poca edad. D. Juan salió con D. Alvaro para Valladolid. En 1465, marchando Enrique IV contra aquella c., ocurrió cerca de Tordesillas un encuentro con una fuerza de los conjurados y fue herido y preso el capitán Juan Carrillo, que, estando para espirar, avisó al rey, en conferencia privada, de cierto tratado dirigido á matarle, con los nombres de los comprometidos: honra mucho a la memoria de aquel monarca que nada hiciese contra los indicados por Carrillo, desconfiando del aviso.
- En 1466, renovó en esta v. el tribunal de la Santa Hermandad. En 1474, oprimido el vecindario por Pedro Mendabia, alcaide de Castro Ñuño, que con una compañía de salteadores fatigaba el pais, llamo en su auxilio al príncipe D. Fernando. Desconfiando el Mendabia de los naturales, al presentarse D. Femando en las cercanías, se salió dejando encargada la defensa a personas de su fe. Estas se vieron pronto obligadas a retirarse en la fortaleza que habia hecho sobre la puerta del Mercado. D. Fernando ocupó la v. sin resistencia el 21 y aquella fortaleza, acometida a las 4 de la tarde del 22, se rindió á partido 3 horas después, habiendo hecho muy valerosa defensa: otra fortaleza que habia sobre el puente, aunque estaba este cortado por dos partes, no resistió tanto.