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TORDESILLAS: FUERON AÑOS MUY DIFICILES...

FUERON AÑOS MUY DIFICILES
Aquellos años de la posguerra española, y finales de la segunda guerra mundial, en nuestra querida España, se pasaron muchas necesidades, alimentarias y económicas, hubo personas que se dedicaron al estraperlo, y que día a día se la jugaban, por los viejos caminos y carreteras en desuso, donde la Guardia Civil, tenía sus controles, que a veces eran burlados, por estas personas que se dedicaban a ese duro menester, incluso con burros de carga, donde sobre sus albardas llevaron costales de lona, llenos de harina y otros artilugios con aceite, ya que fueron las cosas de alimentación más buscadas, por la mayoría de las personas, que en aquellos tiempos tenían algo de dinero. Tordesillas como toda la zona de la Profunda Castilla, tuvo sus estraperlistas, que se la jugaban a diario, ya que si les paraban en cualquier lugar, toda la mercancía que llevaban se les requisaba, y encima se marchaban a su casa con las espaldas calientes, según ellos mismos en aquellos tiempos contaban, y me creo que fue cierto, ya que yo mismo conocí a la hija de un estraperlista, que un buen día me lo comentó, el negocio era muy bueno, pero peligroso, ya que la mercancía tenía que ser vendida a escondidas, y otras veces era de encargo, sobre todo para la gente pudiente de aquellos años, que no pasaban demasiadas dificultades económicas, Todo lo que fue racionado, como era el pan, el tabaco, el aceite y la leche condesada, se encontraba en diferentes lugares con dinero, Aquellos años, que fueron entre 1940, y 1950, existieron diferentes racionamientos, las cartillas de dichos cupones del racionamiento, las tuve que seguir viendo en mi infancia, ya que en mi casa se seguían guardando, como si fueran recuerdos demasiados serios. Hay personas que lo quieren negar, pero la realidad fue muy dura, las marchas nocturnas que mis padres me comentaron varias veces, hacia los molinos que trabajaban por las noches, para que los de abastos, como les llamaban entonces, no les requisaran el trigo, que a veces lo lograban espigando en los rastrojos recién segados y acarreados, y que algunos labradores se retenían de entregarlo, en el servicio nacional del trigo. La harina que salía del molino, en las noches, siempre era muy disminuida, referente al peso de lo que entraba en los molinos, nadie podía reclamar, decían los molineros, que eran salvados que volaban por el aire. Y abrir la boca con la verdad por delante, era problemático y hasta castigado, mejor callarse, que recibir palos por cualquier parte, eso era el método de entonces. Que esperemos que no volvamos a tener que vivir, los que apenas lo conocimos, solo lo resbalamos por nuestra edad. Pero mejor ir pensando en las catástrofes naturales, como fue la peste del siglo, XX. Año de 1918, y la llamada guerra incivil española. Que dejo a nuestra querida España, con hambre y muertos repletos de necesidades. Las personas normales de hoy, ni deseamos, ni soñamos, ni queremos ver aquella imagen, que siempre nuestros mayores odiaron. Que La Madre Naturaleza, nos deje su fortaleza para seguir caminando y sin tener que ir a nadie odiando. Que la esperanza salvadora de esta peste se vuelva bonanza y la salud no nos reste. G X Cantalapiedra. 21 - 5 – 2020.